La capital se convierte desde hoy y mañana en el epicentro del debate científico sobre las patologías del corazón, en un encuentro que se celebra en el centro cultural de La Asunción que contará con la participación de cerca de 300 profesionales relacionados con el ámbito de la Cardiología. Bajo el lema Focus Cardioagudos, el Servicio de Cardiología de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, junto con la Fundación Biotyc, organiza una nueva edición del Congreso Nacional de Cardiología Cardiocete 2022, un evento bianual que, en su tercera edición, recupera el formato presencial. 

En lo que va de año los profesionales del Servicio deCardiología han atendido a más de 400 de estos pacientes graves, siendo cerca de  750 durante 2021, que se corresponde en ambos casos con pacientes que precisaron cuidados intensivos cardiológicos por procesos agudos, tema central de este evento, lo que les llevó a tener que ingresar en la Unidad de Coronaria del Hospital General.

La cifra de ingresos registrados en este dispositivo este año ya supera a los del año pasado, puesto que la tercera ola registrada en el primer trimestre de 2021 llevó a la ocupación de las camas de la UCIde Coronaria de enfermos Covid durante varios  meses, situación que se ha repetido este año con la sexta ola, aunque sólo durante un mes.

De ellos, según informó el coordinador de dicha Unidad, el doctor Miguel Corbí-Pascual, ingresaron en alguna de las seis camas disponibles de la Unidad de Coronaria, y otros más de 100 enfermos graves han tenido que ingresar en otras camas de críticos a cargo del Servicio de Cardiología, por exceder su capacidad la Unidad. Como ocurre con otros dispositivos el área de ingresos graves de corazón se ha quedado claramente pequeño para la demanda de esta patología, «situación que esperamos que se resuelve con los nuevos espacios tras la reforma del Hospital», agregó el cardiólogo Corbí-Pascual.

El grueso de ingresos en la Unidad Coronaria sigue siendo la cardiopatía isquémica, en total un 70% de los hospitalizados en este recurso, y de ellos el 45% son por  infartos, que van directamente a la sala de hemodinámica por necesidad de revascularización urgente; asimismo, un 10% son casos de arritmias malignas, que ponen en peligro la vida del paciente y otro 10% de los enfermos que llevan a este dispositivo para pacientes críticos es por insuficiencia cardíaca aguda que precisa de soporte respiratorio o hemodinámico invasivo; el resto de ingresos es por patologías como miocarditis, taponamiento cardíaco, o ingresos tras un proceso intervencionista, como el implante de válvula aórtica percutánea (TAVI). 

La edad media de los pacientes  que requieren cuidados intensivos cardiológicos es de 67 años, un 20% de los casos es de patologías con más severidad, en concreto, con infarto (son casos complicados de personas que presentan un edema agudo de pulmón o shock cardiogénico). Una mayoría de estos enfermos críticos, el 60%, son varones. Además, la mitad de ellos presentan una alteración de los lípidos (grasa) en sangre (fundamentalmente colesterol y triglicéridos), otro 33% son diabéticos, un 35% son fumadores, un 19% presentan antecedentes de cardiopatía isquémica, un cinco por ciento tiene problemas de alcoholismo y un uno por ciento es consumidor de cocaína.

La mortalidad de la UCI de Cardiología se sitúa en la actualidad en el 3,3 por ciento.

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