El Athletic Club de Bilbao apabulló al Cádiz (0-4) este lunes en el estadio Nuevo Mirandilla con dos goles de Gorka Guruzeta, uno de Iñaki Williams y otro de Álex Berenguer.
Los errores y los nervios atenazaron al conjunto cadista, lo que se evidenció nada más comenzar el partido en un despeje sobre su propia portería de Álvaro Negredo que tuvo que salvar el meta argentino Jeremías Conan Ledesma (m.3).
El Athletic destroza al Cádiz
Otro fallo, del propio Ledesma, no fue aprovechado por Nico Williams para anotar (m.11).
El Athletic destroza al CádizEl conjunto dirigido por Ernesto Valverde ejerció un mando claro en la zona ancha para conectar con sus delanteros y así, el menor de los Williams centró al corazón del área local para que Berenguer chutase desviado (m.12).
Se intuía el gol visitante y llegó en un nuevo error del paraguayo Santiago Arzamendia, que cedió mal atrás. Iñaki Williams interceptó el balón, quebró a Ledesma y marcó por bajo (m.23).
Los jugadores del equipo bilbaíno pudieron lograr el segundo gol en un penalti por mano del uruguayo Luis Alfonso Espino que Ledesma detuvo al propio Iñaki Williams (m.35).
Tras la reanudación, Sergio González realizó dos cambios para intentar, con la entrada de Víctor Chust en la defensa y de Fede San Emeterio en el centro del campo, no dar tantas facilidades al Athletic.
Pero el conjunto vasco ni se inmutó. Siguió con el rodillo y gracias a un juego vertical y veloz no tardó en marcar su segundo gol.
Un robo de Íñigo Lekue en el centro del campo acabó con un servicio a la frontal del área y Guruzeta marcó con un disparo duro y seco (m.56).
La presión alta del Athletic ordenada por Valverde ahogó los intentos de salida limpia del Cádiz, negado en la producción de juego.
Un gol de Oihan Sancet (m.64) a pase de Mikel Vesga fue anulado por el árbitro tras consultar con el VAR.
El tercero válido llegó tras un taconazo de Nico Williams en el área pequeña cadista que remató Berenguer en boca de gol (m.78).
Desde ahí hasta el final, el Athletic controló el encuentro frente a un Cádiz maniatado y que aún recibió un cuarto gol, marcado en el tiempo añadido por Guruzeta.