El diestro albacetense Rubén Pinar se llevó tres orejas al término de una intensa corrida de toros que se desarrolló ayer en la plaza de la localidad de Daimiel (Ciudad Real), con toros de Victorino Martín.

En su primer astado, el tercero de la tarde,  cuajó una faena en la que mostró un temple que caló hondo en el respetable, lo que a la postre le valió su primer trofeo de la tarde, aunque a la hora de matar el diestro manchego no anduvo demasiado fino con el acero.

Donde sí se pudo lucir fue con el último y sexto de la tarde, un toro realmente excepcional con el que cuajó una faena que destacó por un toreo con auténtica hondura y por una tanda de series que le valió el aplauso del público.

Aún mejor fortuna tuvo otro de  los diestros de la tarde, Rafaelillo, que se fue del coso con cuatro trofeos. Joselito Adame tampoco se fue de vacío, con dos orejas.