El otoño del descontento ya tiene fecha, hora y lugar de inicio en nuestra provincia: el miércoles 5 de octubre, a las 11 en punto de la mañana, ante el edificio de la Subdelegación del Gobierno en Albacete, sita en la Avenida de España.
Convocados en ese momento y en ese sitio por Asaja y la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, las comunidades de riego albacetenses entregarán las llaves de sus instalaciones y equipos a la Administración central.
El motivo es muy simple: «La última 'hornada' de recibos de la luz, entre julio y septiembre, ha subido entre el 500% y el 700%, así lo único que se va poder cultivar son piedras», señalaba ayer el presidente de Asaja, Jorge Navarro.
Navarro explicaba ayer que todos los regantes ya se esperaban una subida, especialmente del término de potencia, el principal 'caballo de batalla' de los agricultores que usan aguas subterráneas para regar sus explotaciones.
«Pero nos hemos encontrado un concepto que nadie se esperaba», indicó, «un recargo referenciado al precio del gas con el que nadie contaba y que ha hecho que todas las cuentas hechas al inicio de campaña sean papel mojado».
Por esta causa, ayer tuvo lugar en la sede de Asaja en Albacete una reunión encabezada por el propio Navarro y el presidente de la Jcrmo, Herminio Molina, y a la que asistieron los representantes de las principales comunidades de regantes de la Mancha Oriental.
«Entre todas, suman unas 40.000 hectáreas y unos 18 municipios, entre ellos el de la propia capital provincial», detalló, «y nuestra intención es convocar reuniones con los regantes individuales y con los de otras cuencas, como el Guadiana y el Segura».
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