Pedro Sánchez volvió esta noche a hacer campaña en la región. Para las generales estuvo en Toledo y esta vez para las autonómicas y municipales recaló en Albacete. «El pasado 28 de abril se nos dibujó una sonrisa de oreja a oreja», reconoció cuando subió al escenario a tomar la palabra, «pero las urnas del 26 de mayo a día de hoy están vacías. Y os pido que el 26 de mayo votéis lo mismo que el 28 de abril».
Esta campaña le ha pillado a Sánchez preparando sus planes de investidura. Y como sabe lo que se está diciendo de sus posibles alianzas, no evadió el tema. «Andan diciendo de nuevo que yo he pactado con los independentistas», protestó, «ahora dicen que lo de Iceta es un señuelo». Por si acaso, Sánchez reivindicó que «la Constitución no es patrimonio de nadie, es la patria de todos los españoles».
El presidente del Gobierno de España en funciones recordó que precisamente tuvo que convocar elecciones porque después de presentar «los presupuestos más sociales después de siete años de injusticia social, el PP y Ciudadanos votaron con los independentistas en contra». Sánchez se quejó de que «da igual lo que los españoles han votado el 28 de abril, es que siguen diciendo lo mismo». Pero tiene una idea: «Como no lo han entendido el 28 de abril, se lo vamos a decir otra vez el 26 de mayo».
Le corean «¡Con Rivera no!». En Albacete Sánchez habló solo de un pacto. «El único pacto que existe es el de la derecha con la mentira», clamó. Sus simpatizantes sacaron a colación otro posible pacto cuando el presidente del Gobierno mencionó en su mitin a Ciudadanos. «¡Con Rivera, no!, ¡Con Rivera, no!», corearon al igual que lo hicieron la noche electoral los que celebraron la victoria frente a Ferraz. ¿Y qué respondió ayer Sánchez en Albacete? Pues esto comentó: «¡Si aquí a quien ha puesto el cordón sanitario es al PSOE y se lo ha quitado a la ultraderecha!».
Sánchez le dijo a Page que estaba convencido de que le va a votar «gente de derechas que cuando escuchan a estas tres derechas, dicen ¡no hay derecho a estas tres derechas que sufrimos en España!». Por si parecía un trabalenguas, pasó a concretar tres mensajes más sencillos para cada una de las derechas.
«A la primera derecha, la del PP, le vamos a decir: ¡Limpieza, basta ya de corrupción!», proclamó. Cuando se refirió a Ciudadanos como «la segunda derecha» fue cuando le interrumpieron con lo de ‘¡Con Rivera, no!’, pero luego Sánchez retomó el discurso para aclarar que el mensaje que le mandaría sería el de «¡Justicia social, basta ya de recortes!». Y el mensaje para Vox, la tercera derecha, quiere que se lo den las mujeres gritando «¡feminismo!». Y recalcó que quieren que lo digan «alto y claro».
Sánchez añadió que él a veces prefiere llamarlos «los del Tercero Derecha», pues cree que son como unos vecinos que no dejan de molestar. Quizá pensando en que no quiere que le den mucho la lata desde autonomías y ayuntamientos, pidió el voto para el PSOE este domingo.