El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) hizo pública ayer la adjudicación del contrato de actualización del proyecto de trazado y construcción del tramo de la A-32 comprendido entre la capital albacetense y la localidad de Balazote. El citado contrato tendrá un presupuesto de 67 millones de euros. Se da un paso más en la futura autovía Albacete-Linares que vertebrará las sierras del Segura y de Alcaraz, pero lo más importante es que abrirá un nuevo corredor de comunicaciones rápidas, que ya utilizaron romanos y cartagineses siglos atrás. Este paso no debía haberse dado nunca, ya que hace años ya había un proyecto redactado, que se quedó obsoleto por la desidia de los sucesivos gobiernos de España, tanto del PSOEcomo del PP, que no pusieron en marcha esta infraestructura vital para la provincia e, incluso, para toda la zona sureste de la península ibérica.
Parece que ahora los tramos ubicados en la provincia se reactivan poco a poco, después de que los jienenses estén bastante más avanzados, y que en los próximos años la autovía A-32 será un hecho.
La A-32 abrirá una nueva vía comercial con Andalucía de vital importancia, porque será el primer tramo de un corredor paralelo al corredor mediterráneo y será muy atractivo para el transporte de mercancías. Aquí entra en juego el proyecto de puerto seco y área logística que también da pasos en los últimos meses. Esta misma semana, tanto el presidente de la Confederación Provincial de Empresarios (FEDA), Artemio Pérez, como el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, mostraban de forma pública su apoyo a esta infraestructura que será una vía rápida y segura para el comercio internacional a través del Puerto de Valencia.
Por lo tanto, se empiezan a poner las bases de una nueva realidad en cuanto a comunicaciones se refiere en la provincia de Albacete. Todas las administraciones públicas y la iniciativa privada parecen estar alineadas para sacar adelante los proyectos vitales para esta tierra.
Ahora llegan tiempos electorales y las administraciones públicas suelen ralentizar su actividad y dar la traste con algunos proyectos. Habrá que estar alerta para que ninguno de los proyectos que parecen haber cogido velocidad en los últimos meses sea una de las víctimas de este período electoral, porque, después, para retomarlo pasan ejercicios y ejercicios con la documentación parada en un cajón público. Ahora ya es el momento de Albacete y nadie lo debe parar en ningún sentido. Es hora de que esta provincia tenga un desarrollo real de sus comunicaciones estratégicas y fundamentales.