Han quedado fuera de las becas destinadas a financiar terapias de apoyo educativo y no entienden por qué. Todo se concentra en el reconocimiento de una discapacidad del 33%, algo que no cumplen los niños diagnosticados con déficit de atención e hiperactividad, aunque este trastorno requiera también de numerosas terapias para evitar su agravamiento en la edad adulta.

La Asociación de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad de Albacete (Apandah) ha presentado una denuncia contra el Ministerio de Educación por excluir de estas becas a unos 2.700 niños de la provincia de Albacete diagnosticados con este trastorno, por considerar que los discrimina al dejarlos fuera de las ayudas al estudio y subsidios para el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo.

La convocatoria de becas del MEC concreta las ayudas a cuatro grupos con necesidades específicas: el trastorno grave de conducta, de comunicación, autismo y altas capacidades. Sin embargo, según la presidenta de Apandah, María Guillomía, «deja fuera a los alumnos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad o con dilexia, que tienen que acreditar un 33% de discapacidad, lo que para nosotros es una decisión absolutamente discriminatoria, porque los niños con TDAH necesitan también mucho apoyo escolar y muchas terapias, al igual que el resto de trastornos».

Sin embargo, el TDAH no está considerado una discapacidad y, por tanto, «se quedan en tierra de nadie», aunque «si el déficit de atención y la hiperactividad no se tratan en educación temprana pueden ocasionar muchos problemas en la adolescencia y en la madureza, porque es un trastorno crónico», advierte Guillomía.

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