Robótica, impresión láser, descubrir por qué el cielo es azul o como funciona una cocina de inducción o una fuente, observar un simulacro de la biomecánica del brazo y de la pierna, aprender a dorar metales, realizar experimentos de presión, hacer hologramas, son sólo algunas de las cosas que han aprendido y enseñado los alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria Andrés de Vandelvira durante la celebración de la XI edición de Un día de ciencia, que se llevó a cabo entre ayer y anteayer.  

Se trata de una experiencia en la que se implican prácticamente todos los alumnos, como señalaba el jefe del Departamento de Física y Química del centro, Antonio García Cifuentes. «Han participado todos los grupos que dan nuestra asignatura e incluso los de otras asignaturas que se apuntan, que no son las tradicionalmente entendidas como científicas, como filosofía o industria alimentaria. Está prácticamente implicado todo el instituto, porque han participado desde Segundo de la ESO a Segundo de Bachillerato, con parte de FP».

Además los alumnos que no participan activamente son espectadores de lo que han hecho sus compañeros, ya que se realiza un turno de visitas para ver los experimentos.

Con esta actividad se busca acercar la ciencia a los jóvenes de una forma más divertida y accesible, como señala García. «Se trata de presentar una faceta de la ciencia más agradable, más festiva, con muchos experimentos. Es la ciencia experimental, con experiencias que llaman la atención. Tiene su toque de espectacularidad».

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