Albacete está de moda. Lo dicen todos aquellos profesionales especializados en turismo y hostelería. El punto de inflexión está en la pandemia por Covid y en las restricciones de movilidad que se decretaron, que permitieron que muchos residentes en Castilla-La Mancha decidieran pasar sus días de vacaciones por la provincia de Albacete. «Cada vez vienen más visitantes de la región», apunta la gerente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo, Begoña Garijo, que está convencida de que, además del «buen trabajo» que se está realizando en promoción turística, está funcionando «muy bien» el boca-oído.

No hay nada más que analizar detenidamente las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística para corroborar que Albacete y su provincia recibe mayor número de turistas conforme pasan los meses. Solo en verano de este año, entiendo el periodo estival desde el mes de junio a agosto, han visitado la provincia albacetense 104.717 viajeros, lo que representa un incremento del 11% con respecto al verano anterior y también supera levemente las cifras previas a la pandemia.

Del total de visitantes que se han inclinado por pernoctar en algún establecimiento hotelero de la provincia en los meses más fuertes de verano -sin contar todavía septiembre, época por excelencia de ocupación hotelera en la capital, por aquello de la celebración de la Feria-, 92.951 residían en España y 11.767 en el extranjero, una cifra que a priori puede resultar insignificante, pero que va in crescendo conforme pasan los años.

También las pernoctaciones han dado buenos resultados en este verano de la normalidad, si bien sus cantidades no superan en esta ocasión a las de 2019. Así, durante los meses de junio, julio y agosto, los establecimientos hoteleros de la provincia -que no el turismo rural, que tiene su propio análisis- reservaron más de 212.600 pernoctaciones, lo que significa un 22% interanual de crecimiento. 

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