El Albacete Balompié, tras igualar ante el Real Zaragoza en La Romareda , donde consiguió equilibrar rápido el gol del conjunto de Fran Escribá, conserva su colchón de cinco puntos para mantener su plaza de playoff. Y con una jornada menos para el final del campeonato. El tropiezo del Burgos en Ibiza fue una bendición para el equipo de Rubén Albés, que demostró su fiabilidad a domicilio y consiguió un empate que, a tenor de las ocasiones de que dispuso, pudo ser una victoria. Carlos Isaac, con un soberbio gol, permitió al conjunto manchego sumar un punto con sabor dulce y que sirvió como bálsamo después de la derrota en casa ante el Granada. 

Salió con ansias de inquietar al anfitrión el cuadro manchego, con una presión alta para incomodar la circulación de balón del equipo blanquillo. Duró poco esa apuesta atrevida y el dinamismo de la escuadra zaragocista, con buenas asociaciones, impidió al conjunto albaceteño lograr su objetivo. Además, fueron los hombres de Fran Escribá los que forzaron los errores en la construcción del juego del Albacete y en uno de esos robos Simeone, a pase de Alarcón, acabó la jugada con un chut cruzado, a la derecha de Bernabé. Minutos antes, un testarazo de Nieto había abierto las hostilidades en el encuentro.

Se dejó ver por primera vez con peligro el Alba al filo del cuarto de hora. En una falta lateral, Olaetxea, entrando al primer palo, metió la cabeza y la pelota salió muy cerca del larguero de la portería de Cristian Álvarez. Más clara aún fue la siguiente llegada del conjunto manchego, pero Juanma, en boca de gol, no acertó a conectar el remate en un centro desde la izquierda de Higinio. Un envío en la misma jugada al área local, pudo suponer el 0-1. Francés estuvo cerca de marcar en propia meta al despejar la pelota hacia su portería. Los mejores minutos del equipo de Albés en el primer acto tuvieron su epílogo con una acción de tiralíneas en la que Carlos Isaac habilitó a Manu Fuster. El remate del jugador valenciano se estrelló en el larguero. Corría el minuto 20.

La respuesta del Real Zaragoza fue inmediata y Simeone puso a prueba Bernabé con un disparo que se envenenó tras tocar en Djetei. El remate centrado hizo volar al meta de la escuadra manchega para desviar el cuero a saque de esquina. Gueye, de cabeza, tampoco sorprendió al meta sevillano en la acción posterior.

Camino de la media hora, Maikel Mesa, que regresaba al equipo después de cumplir sanción, pudo finiquitar una buena acción colectiva de los pupilos de Rubén Albés. Pero, tras engatillar el esférico desde el balcón del área, se cruzó un adversario y la pelota acabó en córner.

El alto ritmo de los primeros 30 minutos dio paso a un tramo más trabado y con menos fluidez en el juego, aunque cuando el final del primer periodo se acercaba el Albacete volvió a sembrar el pánico en el área local. Djetei avisó en un envío de Juanma y después Higinio cedió un balón de oro para Maikel Mesa. Su remate lo sacó providencialmente Cristian Álvarez sobre la línea de gol.

Una patada a destiempo de Francés sobre Higinio Marín a la altura de los banquillos cuando el delantero murciano, todo potencia, se escapaba por el costado derecho, fue sancionada con una cartulina amarilla pese a las protestas del cuerpo técnico del Albacete Balompié, que reclamaba la expulsión del jugador del conjunto zaragozano.

Vada, que había avisado al inicio del segundo acto, se convirtió en asistente de lujo en el 1-0. Su envío desde el saque de esquina lo cabeceó picado el rematador más inopinado, Lluis López, que alojó la pelota en la portería con su certero testarazo, lejos del radio de acción de Bernabé. La defensa del cuadro albaceteño, muy pasiva, facilitó la labor rematadora. Era el estreno goleador del central manresano con la camiseta del conjunto blanquillo. Justo antes del gol, el Albacete, que había entrado bien al partido tras el intermedio, había dispuesto de otra llegada interesante, con Maikel Mesa como finalizador.

Movió piezas el equipo albaceteño en un triple cambio con la entrada de Ros, Rodrigo y Dubasin y la determinación de los pupilos de Albés de ir a por el gol del empate no tardó en encontrar su recompensa. Carlos Isaac, a bote pronto, empaló un remate cruzado en un centro pasado de Juan María desde el costado izquierdo y batió a Cristian Álvarez para situar el 1-1 en el marcador.

Fran Escribá dio entrada a un viejo conocido de la afición del Carlos Belmonte, Eugeni. Trataba de recuperar el Real Zaragoza el dominio de la situación, porque quien manejaba el encuentro era el cuadro manchego, que volvió a amenazar con un nuevo remate de Carlos Isaac. Y a renglón seguido con un disparo de Higinio que Cristian Álvarez desvió como pudo, aunque la jugada había sido invalidada previamente.

El cansancio, pese a los recambios, hizo mella en ambos equipos, que aminoraron el ritmo trepidante de ida y vuelta y parecieron dar por bueno el empate en los minutos finales. La igualada del conjunto de Albés supone el cuarto desplazamiento seguido saldado con tablas.

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