Toros complicados de lidiar y banderillear

P.B.
-

Las cuadrillas tuvieron que bregar duro, con más acierto que brillo en la primera corrida del abono que hemos reencontrado

Andrés Revuelta se dispone a colocar un par de banderillas al sexto de la tarde. - Foto: R.S.

Cuando la casta brilla por su ausencia, es difícil que los cánones de la lidia se completen como debe ser, ya que los toros no obedecen, no llevan los recorridos habituales y los hombres de plata tragan lo suyo para que todo discurra con eficacia y rapidez, algo importante en la lidia de un toro bravo, para que el matador pueda verlo y después complete la actuación de forma satisfactoria y brillante.

Lo de ayer tuvo mucha guasa, ya que la mansedumbre fue abundante, pero la bravura y la casta, junto a la fuerza, brillaron por su ausencia, haciendo a los banderilleros, picadores y lidiadores, pasarlo mal y salir cariacontecidos de la tarde, porque además, tampoco triunfaron sus matadores.

Los picadores no tuvieron que esmerarse mucho, aunque destaca un buen puyazo de Francisco José Navarrete, que lo cogió bien, en el primero, al igual que Jorge Ramírez en el segundo, Antonio Carrasco en el cuarto bis y el derribo de Pedro Pío en el quinto, al coger el toro al caballo de los pechos y tirarlo. Mañas de los mansos, aunque hablamos con él al final del festejo y lo único que tiene herido es su orgullo ¡ánimo Pedro!

En las lidias, pudimos disfrutar de Javier Esperanza en el que abrió plaza, largo, templado y por abajo, al igual que Antonio Camas en el segundo, muy preciso y suave Andrés Revuelta en el tercero, correcto David Navalón "El Jaro" en el cuarto, muy meritorio por la dificultad la labor de Javier Perea en el quinto, parecido a la que tuvo que sufrir José Manuel Mas en el cierraplaza.

Y con los palos, difícil papeleta ayer, brilló Javier Esperanza en dos grandes pares al cuarto, otros dos excelentes de Javier Perea al segundo, un buen par de Andrés Revuelta al que cerro la tarde y un par llegándole mucho de Ricardo Izquierdo al primero, mucho mérito del buen Richar.

Y aunque haya mucho destacado, no fue por fácil y vistoso, sino por complicado y demostrando gran profesionalidad, incluso hubo algún toro que corrió por todos los terrenos de la plaza y los que no se enteran de nada, pero protestan, recriminaban la actuación de los toreros de plata, que siempre anduvieron en su sitio.

ARCHIVADO EN: Toros, Cuadrillas