«Decir que es el final sería apurado. No cierro las puertas, pero tampoco garantizo nada», confesó, aún llorando, Neymar en zona mixta tras la eliminación en penaltis frente a Croacia. Había afirmado previamente que Qatar'2022 sería su último Mundial, pero una nueva decepción, la tercera, quizá le hagan cambiar de opinión.

Al '10', con una carrera brillante, se le resiste un gran título con su país, más allá de la Copa Confederaciones que ganó en 2013, siendo protagonista en la final contra España.

Fuera de la absoluta, lideró a los suyos a ganar los Juegos de Brasil'2016, donde marcó el quinto y definitivo penalti, justo lo que no tuvo la oportunidad de hacer contra los balcánicos, y que dio el primer oro olímpico para su país. También fue campeón del Sudamericano sub'20 en 2011, pero ganar el Mundial era el culmen de su trayectoria. Por ello, enfocó todo a la cita en Catar, pero su sueño se torció; y desde el principio.

Recibió nueve entradas en el estreno contra Serbia y en la última acabó lesionado. Tobillo derecho afectado, lágrimas en el banquillo consciente de que le habían dañado su punto débil.

Desde 2018 y hasta llegar a Qatar'2022, 396 días de baja por lesiones en sus tobillos. Su continuidad en el torneo estuvo en seria duda, pero se recuperó a tiempo, superando los pronósticos, para reaparecer en octavos.

Y lo hizo comandando el mejor juego que mostró la 'Canarinha'. Cuatro goles en 36 minutos frente a Corea del Sur. El segundo, un penalti que anotó el propio Neymar con gran maestría, esperando hasta el último momento a que se venciera el guardameta y colocando el balón con tranquilidad al otro lado. Seguramente, por su cabeza pasó repetir el mismo proceso ante Livakovic en un penalti que nunca fue.

Pero el sueño del ariete se cruzó con la indestructible Croacia de Luka Modric que a sus 37 años le demostró que, si se lo propone, los 34 con los que llegaría al próximo Mundial no son nada.

Antes de las lágrimas tras la derrota, el '10' hizo historia igualando los 77 tantos de Pelé con la 'Verdeamarelha'.

Pero todo eso se queda en nada porque por tercera vez se vuelve de vacío. La primera fue muy dolorosa, el 1-7 de Alemania en cuartos en su propio país... Aunque él estaba lesionado de gravedad. La segunda, en Rusia, escoció, pero menos. La Bélgica de Hazard les echó también en cuartos. Yahora, con un equipazo, de los mejores de la historia, se queda de nuevo a dos pasos de la gloria.