"Hay quien, aun trabajando, no llega a pagar la luz o gas"

ANA MARTÍNEZ
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Gloria Salinas es la directora de Intervención Social de Cruz Roja Albacete y cuenta cómo afecta la pobreza energética a muchos albacetenses

Gloria Salinas, directora de Intervención Social de Cruz Roja Albacete - Foto: José Miguel Esparcia

La Estrategia contra la Pobreza Energética 2019-2024, del Ministerio para la Transición Ecológica, define este fenómeno como «la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra un hogar en el que no pueden ser satisfechas las necesidades básicas de suministros de energía, como consecuencia de un nivel de ingresos insuficiente y/o de una vivienda ineficiente en energía». Un estudio de investigación de la Universidad de Barcelona situó a Castilla-La Mancha como la región con la mayor tasa de habitantes, un 17,4%, que no pueden hacer frente a los servicios básicos de electricidad y gas, un dato que extrapolado al padrón de Albacete daría como resultado 68.000 personas afectadas. Desde el año 2016, Cruz Roja gestiona las ayudas incluidas en el Plan contra la Pobreza Energética. Gloria Salinas es la directora de Intervención Social de Cruz Roja Albacete, responsable de la distribución de estos pagos. 

¿Es la pobreza energética un fenómeno exclusivo del invierno?

La pobreza energética afecta a las personas y familias que no pueden asumir los gastos de electricidad y gas, tanto en invierno como en verano. Personas que se ven obligadas a reducir al máximo este tipo de consumo o que directamente lo tienen cortado. Este invierno hemos atendido a familias que no pueden acceder al agua caliente porque no tienen gas contratado, ya que no pueden pagar ni el mínimo, y se ven obligadas a calentar un barreño de agua para lavarse como pueden. También nos hemos encontrado con gente que vive con la luz cortada y no se le ha ocurrido ir a los servicios sociales. Es verdad que son los menos, pero una persona que no frecuenta estos recursos y tiene una situación muy apurada puede pasar semanas sin suministro eléctrico.

El fenómeno de la pobreza energética alcanzó tan nivel durante la crisis que el Gobierno regional aprobó en 2016 un plan específico para luchar contra ella.

La pobreza energética siempre ha existido. A raíz de la crisis, este fenómeno que antes era más puntual, se fue agravando. Llegó un momento en el que atendíamos muchísimas familias que llevaban semanas sin suministro eléctrico porque se lo habían cortado. Ante esta situación, a finales de 2015, la Consejería de Bienestar Social firmó un convenio con Iberdrola para que esta empresa no cortara el suministro eléctrico durante tres mesesa las familias que no hubieran pagado el servicio y estuvieran en una situación de pobreza económica severa. En 2016 fue cuando se aprobó el Plan de Pobreza Energética.

¿En qué consiste?

Son ayudas económicas de 150 euros para todas aquellas familias con menores a su cargo, con alguna que otra excepción, porque también se las hemos dado, de forma muy puntual, a familias que no tienen menores pero atraviesan una situación extrema ocasional. Cada una de las familias beneficiarias pueden recibir esta ayuda dos veces al año, sin necesidad de estar justificándolas.

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