El presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Albacete, Antonio Martín, hacía ayer un balance «muy positivo» de las procesiones de este año, a pesar de que fue algo más accidentada de lo que se esperaba, y no solo por la lluvia. «Hemos tenido suspensiones a causa de la lluvia, pero lo más complicado de todo fue que nos vimos obligados a retocar casi todos los recorridos de las procesiones de este año».

El mayor cuello de botella fue la imposibilidad de pasar por el cruce entre Mayor y la Calle Ancha, que afectó entre otras al itinerario de las procesiones del  Santo Entierro y del Domingo de Resurrección, pero no fue el único problema pues, como reconocía Martín, «el Encuentro se tuvo que celebrar más arriba, en la Avenida de España, porque justo en la Plaza de Gabriel Lodares había unas vallas y una maquinaria de la concesionaria de las obras», lo que hacía imposible celebrarlo en condiciones adecuadas de seguridad.

Aún así, señaló el presidente de las Cofradías albacetenses, «me  quiero quedar con lo bueno, y es que por fin nos hemos quitado la espina de los dos años en blanco de la pandemia; tanto las cofradías como la propia ciudad y, por supuesto, el Ayuntamiento se han volcado y hasta el cielo ayudó este año, porque no hay que olvidar que, aunque este año llovió, no fue lo que tuvimos en el año 2019, cuando el tiempo fue mucho peor, llovió mucho más». En todo caso, «tiempo tendremos para hacer un balance más sosegado y ver qué podemos mejorar de cara al año próximo, pero realmente creo que después de dos años sin salir, podemos estar bastante satisfechos».