«La cultura debe ocupar el sitio que se merece»

V.M.
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«El concepto de pureza debería ir desapareciendo de nuestra hoja de ruta»

Arcángel, en la Casa de Cultura José Saramago. - Foto: Arturo Pérez

Una de las grandes referencias del flamenco contemporáneo, Francisco José Arcángel Ramos, conocido artísticamente por su primer apellido, ofreció ayer una clase magistral en la Casa de Cultura José Saramago, evento programado por la Universidad Popular para marzo del pasado año y que fue suspendido por la pandemia. El cantaor conversó con La Tribuna de Albacete sobre la situación actual por la que atraviesa el género.

¿Cómo puede transmitirse en una charla teórica el duende del flamenco?

Si equiparamos duende a esa figura imaginaria de las artes que define la emoción, evidentemente con una charla técnica no puede transmitirse, pero el propósito de este tipo de clases no es otro que despejar dudas sobre cuestiones estilísticas del flamenco y contrastarlas con alguien que se dedica profesionalmente a ello.

¿Es partidario de mantener la pureza del cante o le gusta experimentar y fusionar con otros estilos?

La pureza del cante no siempre consiste en imitar por ejemplo a Antonio Mairena, a lo mejor está más en alguien que mete en su coctelera particular los conceptos que ha aprendido y los transmite con honestidad. Creo que es un concepto que debería ir desapareciendo de nuestra hoja de ruta, personalmente soy mucho más defensor de la tradición, de las estructuras clásicas, pero eso no lo entiendo como algo en contra de que pueda avanzarse, personalmente no entiendo el pasado sin el futuro y, obviamente, no se entiende el futuro sin lo que uno aprendió en el pasado.

¿Qué línea separa la tradición de la vanguardia?

Siempre hay una línea que divide muchas cosas, el problema es localizarla. Cuando se trata del mundo del arte nos cuesta mucho adjetivar y creo que hay cosas claramente que no pertenecen a estética flamenca, de la misma manera que hay cosas que no pertenecen al mundo del fado o de la ópera. No entiendo el malestar que supone muchas veces asumir que uno por más que se asome desde un balcón a la estética de algo puede no pertenecer a ella, son esos debates que culminan en si Rosalía o El Niño de Elche son flamenco o no, algo en lo que ni entro, porque ellos mismos saben el producto que están ofreciendo.

En ese sentido, usted también osciló entre rendir homenaje a Manolo Caracol o su trabajo Al Este del cante.                                                                Precisamente mi disco Al Este del cante, grabado con el Coro de Voces Búlgaras, es cómo yo veo el género en esa parte, desde luego no es flamenco tradicional y no pasa nada.

¿Qué momento atraviesa a día de hoy el género?

Creo que está en uno de los mejores momentos de su historia, la relevancia que tiene en los medios y en la sociedad no la tuvo nunca, eso no quiere decir que esté satisfecho con lo que hacen las instituciones por preservarlo. Yo siempre pido más y me gustaría que en Andalucía, como mínimo, el flamenco fuera materia de estudio en Primaria y si lo fuera en el resto de España sería capaz de saltar con pértiga. En cualquier caso no podemos confundir el estado actual de un género con el pésimo momento que vive la cultura, que está arrinconada y debe ocupar el sitio que se merece en la vida de las personas.

¿En qué proyectos anda metido actualmente?

Estoy intentando reconducir el disco que dejé parado justo cuando la pandemia comenzaba y espero poder compartirlo con el público el año próximo, ya adelanto que no es un trabajo de estética flamenca tradicional y hasta ahí te  puedo contar.