La gran mentira

Cristóbal Guzmán
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El Albacete Balompié apenas se nutre de jugadores de sus categorías inferiores, cuya aportación al primer equipo ha ido a menos hasta convertirse en prácticamente nula

Miguel Ángel Gómez fue el último ‘canterano’ en debutar con el Albacete. - Foto: Josema Moreno (masquealba.com)

El Albacete Balompié es el paradigma de la ineficacia en la rentabilidad de su fútbol base en los últimos años, al menos por lo que respecta a la aplicación del trabajo de sus categorías inferiores al primer equipo. Las razones de esta ausencia prácticamente total de futbolistas procedentes de sus equipos inferiores en el conjunto profesional serían materia de debate y probablemente haya que situarlas en el contexto del fútbol actual. A las malas políticas de los equipos gestores anteriores se sucedió la entrada de los fondos de inversión en los clubes, en los que, más allá de adornadas proclamas con que endulzar los oídos, se impone la rentabilidad inmediata, enemiga de una planificación a largo plazo. No hay tiempo para sacar fruto de la siembra en un entorno de continuo tráfico de cesiones, traspasos u operaciones francamente imaginativas a caballo entre ambos. (MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA)