El confinamiento y las restricciones derivadas de la crisis sanitaria del Covid-19 provocaron que los habituales aparcacoches ilegales que existen en la ciudad desaparecieran. Los denominados «gorrillas», que piden dinero a los conductores por estacionar sus vehículos en determinados sitios, han vuelto a sus espacios habituales, tal y como lo demuestran los datos de la Policía Local en su memoria mensual.
La memoria correspondiente al mes de septiembre detalla que los agentes municipales interpusieron, en los primeros nueve meses del año, un total de 341 denuncias por pedir dinero por aparcar, mientras que en todo 2020 se contabilizaron 256 por este mismo asunto.
El intendente jefe de la Policía Local de Albacete, Pascual Martínez, declaró que las denuncias han crecido en este 2021 debido a que durante el pasado año hubo varios meses en los que las restricciones por movilidad frenaron estos actos. En concreto, en el mes de abril no hubo ningún acta por pedir dinero por estacionar y en mayo sólo fueron cuatro, mientras que en los mismos meses de este año se registraron 85 y 55, respectivamente.

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