"La elevada inflación va a hacer que se resienta el consumo"

Ana Martínez
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El decano del Colegio de Economistas de Albacete afirma que "las familias de menor renta son las que están sufriendo el impacto con mayor intensidad"

El decano del Colegio de Economistas, Manuel González Tébar. - Foto: Colegio de Economistas

En el mes de marzo pasado, el Índice de Precios al Consumo (IPC)en la provincia de Albacete se disparó al 10,9%. Una situación inflacionaria que según sostiene el decano del Colegio de Economistas de Albacete, Manuel González Tébar, se ha vivido en muchas ocasiones, casi siempre por la subida de los precios de los combustibles.  

¿Qué diferencias existen, si es que las hubiese, entre situaciones inflacionarias anteriores y la actual?

Los ciclos y los acontecimientos más o menos parecidos se repiten en el tiempo, lamentablemente por las decisiones de unos pocos que afectan a muchos. La situación inflacionaria de ahora ya la hemos vivido en muchas ocasiones, en particular, a finales de los años 70 del siglo pasado en España, cuando llegó a porcentajes del 28% en agosto de 1977. Esa crisis no deja de ser comparable con la que tenemos en la actualidad, salvando las distancias, por ejemplo, con la dependencia del petróleo, que no es la misma. En parte, ambas situaciones inflacionistas tienen casi idénticos motivos y actores, los productores energéticos, ahora el gas y la electricidad, la situación española y sus carencias estructurales y políticas y los factores internacionales.

Nuevos sucesos, pero las mismas consecuencias.

Subida de precios, inestabilidad de los mercados, encarecimiento de las materias primas, combustibles y, a corto plazo, si no se remedia, reducción de la productividad, caída de la demanda y, como auguran las previsiones a corto plazo, desempleo. 

¿A qué obedece el incremento del IPC en el mapa doméstico?

A las subidas en la mayoría de componentes, entre las que destacan los incrementos de los precios de la electricidad y de los combustibles, así como de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que han sido sensiblemente mayores en marzo de 2022 que en marzo de 2021. Sin tener en cuenta los alimentos no elaborados ni productos energéticos, la inflación subyacente también se ha visto afectada y ha aumentado cuatro décimas, hasta el 3,4%.

¿Qué influencia ejerce en todo esto la guerra entre Rusia y Ucrania?

Aunque tiene un efecto significativo, esta tendencia creciente ya viene observándose desde hace nueve meses, lo que nos hace considerar que se trata de una inflación persistente con un gran componente estructural y no coyuntural, como se preveía el pasado año.

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