Recientemente comenzaron en Ossa de Montiel las últimas obras de una de las últimas reparaciones que quedaban pendientes para paliar totalmente los daños que causó la riada de septiembre de 2019, según informó el Ayuntamiento. Esos trabajos se desarrollan en el conocido como muro de La Glorieta, una pared que derrumbó la crecida del arroyo Alarconcillo en el punto en el que pasa junto al parque del mismo nombre.
El alcalde de la localidad, Alejandro Chillerón, explicó que los otros trabajos pendientes son los de reposición de la reja de gruesos en la depuradora, para los que también están comprados los materiales y se ejecutarán próximamente.
En cuanto al proyecto en el cauce, cabe recordar que, como ya informó La Tribuna, fue uno de los seleccionados por el Gobierno central para obtener subvención, dentro de una de las convocatorias extraordinarias para actuar en zonas afectadas por los fenómenos meteorológicos adversos de aquel mes. El contrato fue adjudicado a finales de 2021 por un importe de algo más de 106.000 euros, unos 12.000 por debajo de su presupuesto base, de los que el 50% provendrán de la Administración General del Estado, mientras que la mitad restantes se sufragará con las arcas municipales.
El inicio de los trabajos se retrasó algo más de lo previsto, «tanto por el proceso de obtención de los permisos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana como por las fuertes lluvias de las últimas semanas», según detalló el alcalde. Una vez iniciados, dado que el plazo de ejecución previsto en el pliego era de tres meses, podrían quedar concluidos este verano, suponiendo una notable mejora, de seguridad y estética, en esa zona del municipio.
El proyecto de obras, tal y como se recogía en el pliego de prescripciones técnicas, supone la restauración del cauce del Alarconcillo a su paso por el núcleo urbano, por lo que va más allá de la simple reconstrucción de esa pared que cedió con motivo de la tromba de agua.
Según explicó en su día el regidor osseño, las obras comienzan con la demolición del deteriorado muro actual, derrumbado parcialmente con la crecida. Proseguirán con la construcción de un nuevo muro de hormigón, que posteriormente se forrará con piedra de mampostería y también se realizará una limpieza de toda la vegetación y escombros que se encuentran en el lecho del río, donde se ejecutará una solera de hormigón para evitar que vuelva a aparecer suciedad y facilitar posteriores tareas de limpieza.
Además, el proyecto incluye la colocación de una barandilla metálica de protección hasta una altura de 110 centímetros por encima del nivel del firme de una acera de nueva ejecución, con lo que quedará configurada una zona de ocio, junto al remozado parque anexo, prácticamente nueva y más segura.
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