Viejos oficios que cautivan al público

M.M.B
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Las calles de El Bonillo se llenaron de visitantes atraídos por la XV Feria de Tradiciones y Artesanía que pretende mantener viva la memoria de costumbres que son seña de identidad de la localidad

Viejos oficios que cautivan al público

Año tras año, la Feria de Tradiciones y Artesanía de El Bonillo se ha ido consolidando como un referente en la comarca. El evento se ideó en el 2005 en torno al V Centenario del Quijote, pero se ha perpetuado hasta hoy, ganando en popularidad. Tanto que en esta XV edición ha destacado por la gran afluencia de público, «sobre todo el sábado recibimos muchos visitantes, no solo de pueblos cercanos, como Robledo, Lezuza o El Ballestero, también viene mucha gente de la capital», subrayó Damián García, concejal de Turismo. La intención de este evento no es otra que mantener viva la memoria de oficios y costumbres que son seña de identidad del pueblo, aunque ahora no se practiquen. La jornada dominical de esta feria comenzó temprano, con la fresca, para disfrutar de juegos tradicionales como la bolea o el estira soga. Durante todo el día prosiguieron los talleres de oficios, que ofrecen a los participantes la oportunidad de vivir en primera persona como es el trabajo de un quesero artesano, como se teje el esparto con las manos o como se hace el esquile de ovejas a tijera. Hubo también cuentacuentos, talleres para los niños y exhibiciones de cetrería. Todo aderezado por música tradicional que vino de la mano del grupo de folklore manchego del barrio Cañicas Imaginalia, la Ronda Concilla de Mota del Cuervo y la Cuadrilla de El Bonillo que ejerció de anfitriona para los músicos y bailarines participantes. A mediodía, en la plaza Mayor entre 300 y 400 personas se reunieron para disfrutar con las jornadas gastronómicas, el plato que se sirvió en esta ocasión fue carne con tomate. Ya en el atardecer, hubo degustación de paloma y limonada, para dar paso a la clausura de esta singular feria con la ya tradicional representación de Las Bodas de Camacho, a cargo de la asociación teatral local El Requeté.   

La coincidencia de la Feria de Artesanía con el solsticio de verano se aprovechó para recibir la nueva estación con un desfile de antorchas. Unas 200 luminarias se repartieron entre los vecinos que las hicieron llegar a una hoguera en la media noche del sábado.