Desde hace muchas semanas el día de hoy está marcado en rojo en el calendario de la Primera RFEF. Todo el mundo sabía que el partido que se jugará a las 17 horas en el Estadio Nacional iba a ser determinante en la lucha por la primera plaza, aunque nadie podía esperar que Albacete y Andorra llegasen al mismo empatados a puntos al frente de la tabla.

En juego habrá mucho más que tres puntos. Todavía quedan tres jornadas por disputarse, nueve puntos, pero está claro que el que gane este encuentro dará un paso de gigante porque el estado anímico lo suele ser todo en el fútbol. En 2003, el Levante tuvo al Alba contra las cuerdas, pero un gol de Simeón en la recta final salvó el partido y, aunque solo fuera un empate, hundió a un Levante que a partir de ahí fue dejándose puntos en el camino, que quedó expedito para que el Alba de Ferrando lograse el ascenso. En 2014 La Hoya Lorca cogió una gran ventaja al frente de la tabla, pero el Albacete se la fue recortando  y la victoria sobre los murcianos (1-0) en el Belmonte resultó definitiva, pues La Hoya empezó a perder y hundirse en la tabla y el Alba acabó primero y logró el ascenso.

El Albacete tiene un problema y es que su caballo de batalla durante toda la temporada han sido los partidos fuera de casa. El equipo de Rubén de la Barrera no ha logrado convencer como visitante. Si lo hubiera hecho ya estaría en Segunda, como el Racing, pero se ha ido dejando puntos en el camino que debería tener en su casillero.

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