Albacete ha pinchado en hueso, como se dice en el argot taurino, y el burel se retuerce por el dolor, sabedor de que la muerte ya le acecha. La Feria del Queso (Fiqab) celebrada en el Recinto Ferial ha sido todo un éxito y tiene todos los visos de ser una cita obligada no sólo en la ciudad, sino en el país y en el sector a nivel internacional... mal que les pese a algunos como el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco José Requejo, de Ciudadanos.
En la inauguración de la citada feria, destacó sobremanera las palabras del presidente de la Denominación de Origen Queso Manchego, Antonio Martínez, hombre de campo que sabe, y mucho, de qué va esto, y quien de una forma elegante le explicó al tal Requejo que sin el queso manchego ninguna feria del sector tendrá ni relevancia ni continuidad a nivel nacional y/o internacional. La gente de campo es educada, pero directa cuando tiene que serlo. Ante el ataque foribundo desde Zamora, era pertinente una respuesta, no por parte de los políticos o las instituciones, que se hubiera quedado en un diálogo estéril, sino de los profesionales, que son lo que verdaderamente sostienen el sector.
A Antonio Martínez se le veía feliz en su expositor de Fiqab, porque ve que su Albacete respondió a un evento sobre el que sobrevolaban muchas incertidumbres, pero que se disiparon en cuanto se abrieron las puertas del Recinto Ferial y el público llenó el redondel central. Ahora puede sentirse orgulloso de que el sector quesero tiene una cita en la capital albacetense y de que el producto más reconocido fuera de nuestras fronteras tiene su lugar destacado en Fiqab.