El Villarrobledo consiguió tres puntos importantísimos para sus aspiraciones a pesar de jugar desde los últimos minutos de la primera parte con un futbolista menos por la expulsión de Julio Royo por doble cartulina amarilla. Un solitario gol de Marcos Moreno sirvió para que los chicos de José Luis Fuentes salgan del descenso y corten una racha de cuatro jornadas consecutivas sin conocer la victoria. En la segunda parte, el buen trabajo defensivo y una pizca de fortuna sirvieron para atar tres puntos muy valiosos.

Comenzó algo mejor el partido el conjunto visitante, pero pronto el Toledo empezó a usar sus armas. Avisó Raúl Calero con un disparo desde la frontal del área que Jony acabó atajando para salvar a los suyos. La ocasión fue el preludio del, a la postre, tanto decisivo del partido. Marcos Moreno cazó un despeje de su zaga, ganó bien la espalda de sus rivales y golpeó con potencia para poner en ventaja a los suyos. El gol tranquilizó a los aficionados que se dieron cita en el Barranco del Lobo y cerca estuvo el Villarrobledo de poner tierra de por medio en el marcador, pero De La Morena no pudo aprovechar una indecisión entre el portero y un defensor del Toledo.

El árbitro desesperó a la hinchada local con una serie de decisiones y muchas tarjetas que fueron mermando poco a poco al conjunto troyano. Al borde del descanso llegó la jugada que marcó el devenir del partido. Julio Royo derribó a un futbolista visitante y el colegiado, a instancias de su asistente, señaló la falta y mostró la segunda cartulina amarilla al defensor albaceteño, que dejaba a los suyos con uno menos cuando aún quedaban todavía más de cincuenta minutos de fútbol.

La segunda parte fue un ejercicio de resistencia para el cuadro villarrobledense. Los pupilos de José Luis Fuentes gestionaron a la perfección los últimos minutos y aseguraron una victoria espectacular a pesar de la inferioridad numérica. El Villarrobledo sale de zona de descenso y mete en apuros a su rival.