Los alojamientos en el medio rural volvieron a ser en octubre los únicos que aguantaron el tirón dentro del sector turístico de la provincia, enormemente castigado por la crisis sanitaria. Así se desprende de la encuesta de ocupación de alojamientos extrahoteleros del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el décimo mes del año, que contó con un pequeño puente por la festividad nacional y en cuyos últimos días comenzaron a decretarse cierres perimetrales de comunidades autónomas, un factor que seguramente se dejará notar en los próximos datos.

En el caso de los establecimientos rurales de la provincia de Albacete, sus cifras de negocio fueron muy similares a las de octubre de 2019, acusando un descenso interanual de solo el 1,7%, ya que las pernoctaciones pasaron de 12.182 a 11.972. Esa cifra contrasta con el descenso del 55% que se dio en el sector hotelero de la provincia en octubre y con la caída del 52% del turismo rural a nivel nacional.

Uno de los factores principales para mantener esa considerable actividad fue el aumento de la estancia media de los visitantes, que pasó de 2,03 días en 2019 a cerca de tres (2,96) en 2020. De hecho, el que sí fue considerable fue el descenso del número total de viajeros alojados, que fueron 4.038, un 32% menos de los que habían pernoctado un año antes.

Con esas cifras, los alojamientos albacetenses volvieron a ser los más visitados de la región y la provincia fue el octavo destino con más turistas rurales de España, superada por las comunidades uniprovinciales del norte y otras zonas con una amplia tradición de este sector, como Girona o Huesca.

En el ámbito de Castilla-La Mancha, el total de pernoctaciones en territorio albacetense casi duplicó a la siguiente provincia, que fue el de Toledo, con 6.469. Por su parte, Cuenca registró 6.069, mientras que los establecimientos de Guadalajara sumaron 4.649 estancias y los de Ciudad Real, 3.176.

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