Las pedanías trabajan para dejar de ser de segunda

Nani García
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La máxima del Consistorio es que los ciudadanos tengan los mismos servicios vivan donde vivan y los pedáneos no pierden la oportunidad de reclamar sus necesidades

Vecinos de la pedanía de El Salobral. - Foto: Rubén Serrallé

Nueve barrios rurales componen el mapa geográfico de la capital albacetense. Abuzaderas, Argamasón, Campillo de las Doblas, Casa de las Monjas, Cerrolobo, El Salobral, Los Anguijes, Tinajeros y Santa Ana son las pedanías de Albacete. El Salobral y Santa Ana son las que tienen más habitantes, rondan los 1.200 cada una, según sus pedáneos, y Tinajeros y Argamasón son las medianas, aproximándose a los 300, mientras que el resto son pequeñas aldeas.

Y aquí llega la pregunta que se hacen muchos, ¿es mejor vivir en el pueblo o en la ciudad? Ambas opciones ofrecen sus ventajas e inconvenientes, pero cuando se trata de las pedanías, el problema es que pertenecen a una gran urbe, pero normalmente no disponen de los mismos servicios.

A pocos kilómetros de la capital, los ciudadanos que residen en las pedanías se consideran ciudadanos de segunda cuando en sus núcleos no se ofrece lo mismo que en los barrios integrados en el casco urbano de la capital. Por ello, no dejan pasar la ocasión para exigir al Ayuntamiento de Albacete mejoras continuas. En este sentido, todos los pedáneos manifiestan sentirse bien atendidos, pero eso no quita para poner sobre la mesa sus reivindicaciones.

El pedáneo de El Salobral, Ángel Moreno, reconoció que «hay muchas cosas que arreglar». Declaró que la calle de las escuelas es ancha por un lado y por el otro se estrecha, con lo quieren darle una solución para que las personas que van con carritos de bebé o andadores no tengan que bajarse de la acera para poder transitar.

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