Este domingo está dedicado a la jornada mundial de los pobres

Redacción
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'Jesucristo se hizo pobre por nosotros' es el lema de la sexta edición de este evento promovido por el Papa Francisco

Fotografía de archivo de varias personas a la espera de ser atendidas. - Foto: Obispado

Hoy se celebra la VI Jornada Mundial de los Pobres promovida por el Papa Francisco. Con el lema Jesucristo se hizo pobre por ustedes, el Papa sigue mirando el horror de la guerra en Ucrania y en tantos lugares. Cercano a los refugiados y a las personas que sufren la pobreza nos interpela, poniendo como ejemplo a Charles de Foucauld, a preguntarnos si la pobreza de Jesucristo es nuestra fiel compañera de camino. Desde el área de pastoral de caridad y promoción social de la Diócesis reflexionan acerca de este día.

«La Jornada Mundial de los Pobres es una llamada de atención, una provocación para hacernos reflexionar sobre nuestro estilo de vida y las numerosas y crecientes pobrezas de nuestro mundo. No solo es la pobreza material sino todo tipo de pobreza la que nos interroga sobre nuestras actitudes y nuestro compromiso con el pobre. Se trata de tender la mano, de implicarse, de no permanecer indiferente ante las situaciones de pobreza que hay a nuestro lado diciendo esto no va conmigo. Cada uno mire a ver que puede hacer, porque el mandato del Señor de cuidar a los 'pequeños' nos incluye a todos. Es el momento para que personal y comunitariamente nos preguntarnos si nuestro modelo realmente es Jesucristo que se hizo pobre por nosotros». Rosa García, Caritas Diocesana. 

«La Jornada Mundial de los Pobres es una invitación para reflexionar y denunciar sobre las causas del aumento del hambre en el mundo, que alcanza ya a 828 millones de personas, según los últimos datos de Naciones Unidas. Estas cifras del hambre son uno de los fracasos más grandes que tenemos como humanidad. A lo largo de todo el año, y en especial en esta Jornada de los Pobres, Manos Unidas realiza actividades de sensibilización en España como complemento a la labor de desarrollo que lleva a cabo en más de 50 países de África, Asia y América Latina para visibilizar la grave realidad del hambre y denunciar las causas estructurales que se encuentran en la raíz de este problema global, entre ellas: un sistema alimentario diseñado para obtener grandes ganancias y no para garantizar el derecho a la alimentación; los impactos del cambio climático en las poblaciones más vulnerables; el desperdicio alimentario en todas las fases de la cadena alimentaria; los conflictos y el aumento del gasto militar; un sistema agroindustrial que favorece a las grandes empresas y perjudica a las familias campesinas; la corrupción y los flujos ilícitos de capital. No olvidemos que, si bien es cierto que los conflictos generan hambre, no menos cierto es que el hambre también genera conflictos. Que la pobreza y el hambre no sean invisibles, depende de ti». Celia Monteagudo, Manos Unidas.

otros testimonios. «Desde Pastoral Penitenciaria de Albacete, y con la vivencia y amistad que los voluntarios experimentamos con las personas en las que su vida discurre temporalmente en la cárcel, nos acercamos a un lugar donde la pobreza constituye un elemento presencial constante y donde la convivencia con el pobre tiene lugar de forma ordinaria. Esta convivencia no solo se cimenta en la ayuda económica y material, esencial para mantener las necesidades mínimas, merecidas por la propia dignidad humana, sino también en la comprensión, perdón, amistad, tristezas y alegrías compartidas. En definitiva, en dar nuestra caridad sin reservas, para así ayudar a nuestros hermanos y agradar a Nuestro Padre Dios. Además, debe nacer antes de nuestro primer encuentro con el pobre, nuestra caridad debe estar removida, presta para empapar, de forma casi invisible, ese primer cara a cara. Pidamos ayuda al Espíritu Santo para que nuestra convivencia con el pobre sea integral, fructífera y agradable a Nuestro Señor Jesucristo, que pobre murió en la Cruz para nuestra salvación, y para que no olvidemos que los pobres también son nuestros hermanos». Ginés Caballero, Pastoral Penitenciaria.

«Aunque muchas veces tenemos la sensación de hablar demasiado, este día instituido por el papa Francisco nos sitúa, de una manera más contemplativa, ante esa realidad donde Dios pone su mirada; '...en ese pondré mis ojos: en el humilde y abatido que se estremece ante mis palabras' (Is 66,2). Poder percibir esta realidad, y sobre todo estar invitado a acompañar al pueblo gitano, aunque sea a pasos cortos y desde las dificultades propias, es todo un regalo y un privilegio. Los niños y jóvenes te acogen como uno más, donde el corazón se ensancha y recibes más de lo que se pretende dar. La importancia de acompañar la vida sin ningún tipo de 'paternalismo' y con realismo, recibiendo esos valores que nos abren a la importancia de la Palabra de Dios, a los valores de la familia y a la búsqueda profunda del sentido de la vida». Amando Hergueta, Pastoral Gitana.

«En el contexto mundial actual, con las heridas de la pandemia todavía sin cicatrizar, con el disparate de la guerra de Ucrania, y con los distintos conflictos armados existentes en nuestro planeta se enmarca esta Jornada por los Pobres 'con la invitación —tomada del apóstol Pablo— a tener la mirada fija en Jesús, el cual siendo rico, se hizo pobre por nosotros…' (2 Co 8,9). En su visita a Jerusalén, Pablo se había encontrado con Pedro, Santiago y Juan, quienes le habían pedido que no se olvidara de los pobres. Como si el tiempo no hubiera transcurrido desde aquel momento, también nosotros cada domingo, durante la celebración de la Santa Eucaristía, realizamos el mismo gesto, poniendo en común nuestras ofrendas para que la comunidad pueda proveer a las exigencias de los más pobres. Es un signo que los cristianos siempre han realizado con alegría y sentido de responsabilidad, para que a ninguna hermana o hermano le falte lo necesario. (Tomado del mensaje del Papa Francisco para esta Jornada)». Miguel Giménez, Pastoral de Migraciones.