Francia es un parque de bolas para Antoine Griezmann. El Mundial de Qatar apareció para el '7' como un oasis en mitad del desierto de una temporada complica con el Atlético de Madrid. Con la camiseta 'bleu', el atacante está siendo la piedra angular, está llevando el peso de la vigente campeona del mundo después de haberse quitado el que mermaba su protagonismo en el club colchonero referente a su situación contractual.
Eliminado de la Liga de Campeones y con muchos problemas para instalarse en las primeras cuatro posiciones de la clasificación de LaLiga, Griezmann ha encontrado en la Copa del Mundo su parque de atracciones. Didier Deschamps le otorga, a nivel de juego, lo que Diego Pablo Simeone no: un ecosistema ideal para brillar, pese a que el seleccionador galo tampoco haya demostrado ser un adalid del buen juego.
Tan solo hace falta echarle un vistazo al mapa de calor del 'Principito' en el torneo para hacerse una idea de su influencia dentro de Francia. En rojo (zona en la que más presencia tiene), casi toda la zona derecha de mediocampo en adelante. En amarillo (zona donde tiene mucha presencia, pero algo menos que en la anterior), casi todo el campo. Incluida la parcela defensiva.
Habría que hacer un serio ejercicio de agudeza visual para localizar alguna parcela del terreno de juego tan solo en verde. El atacante 'bleu' salpica todos y cada uno de los sectores del terreno de juego en los que puede sacar alguna ventaja que posicione a su equipo algo más cerca de la acción de gol.
Pese a las lesiones que ha ido experimentado el combinado galo antes del comienzo del Mundial, el dibujo por el que optó Deschamps desde el comienzo de la cita fue un 4-3-3 en el que daba cabida a una destacada amalgama de jugadores ofensivos.
El orden entre tantísima contundencia y descaro con los Ousmane Dembélé, Kylian Mbappé o Olivier Giroud lo pone Griezmann, desde la teórica demarcación de interior derecho, donde no se encadena y muestra la libertad de movimientos que le concede su entrenador.
Los números
Las sensaciones que transmite viéndole danzar sobre el césped se evidencian con algunas cifras cosechadas en tan solo cuatro duelos disputados.
Griezmann ha repartido una asistencia en lo que va de campeonato, pero ha creado cinco ocasiones claras de gol en 287 minutos disputados. Sin embargo, el guarismo que permite observar su vinculación sin paliativos con el éxito de su selección es otro. El '7' de Francia promedia un total de 3,8 pases clave por encuentro, que hace referencia a los envíos que son susceptibles de acabar convertidos en asistencia.
Todo el mundo ha envejecido cuatro años menos Griezmann, que se quedó anclado en el tiempo, en Moscú, justo después de levantar el Mundial en 2018, después de cuajar un torneo sin igual que encadenó con un largo período de vaivenes con su llegada al Barcelona y el regreso al Atlético.
Más maduro y consciente de su importancia para revalidar la corona, el 'Principito' sigue haciendo travesuras con el balón, pero llevando el peso del juego de Francia.