La portería de Croacia, de Subasic a Livakovic

Santiago Aparicio (EFE)
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Livakovic detiene el primer penalti ante Japón. - Foto: Associated Press/LaPresse

Tal y como sucedió aquel primero de julio de hace cuatro años en el estadio Nizhni Novgorod, un héroe emergió desde el arco de Croacia, en una situación límite, con el equipo en el alambre, pendiente del acierto y del azar y de la inspiración de Danijel Subasic.

Subasic se había hecho fuerte en la meta de un plantel con buena pinta que ya lideraba Luka Modric y que rebosaba calidad. No olvida el arquero, ahora comentarista, mientras da sus últimos coletazos en el Hajduk Split, donde ha regresado después de un curso retirado, aquella tarde en la que se vistió de héroe.

El cuadro balcánico había superado con soltura la fase de grupos. Invicto, por delante de Argentina, y se topó con Dinamarca en octavos. Acabó con empate a uno el choque, en el que se adelantó el conjunto danés con el tanto de Mathias Jorgensen  y que respondió Mandzukic.

De ahí, a los penaltis. Y emergió Subasic que detuvo tres. A Christian Eriksen, a Lasse Schone y a Nicolai Jorgensen. El equipo ajedrezado se clasificó, avanzó a cuartos, donde superó, también desde los once metros al anfitrión, y después a Inglaterra en la prórroga hasta llegar a la final.

La historia se repitió. El estadio de Al Janoub contempló una de esas coincidencias que a veces suceden en la vida. Octavos de una Copa del Mundo, con Croacia sobre el césped. El mismo marcador y desenlace. Y un nuevo protagonista.

Igual que Subasic, Dominik Livakovic también es de Zadar, donde nació hace 27 años. Hace cuatro años, el del Dinamo de Zagreb contempló desde el centro del campo el desempeño de su compañero. En 2018 era el tercer portero de Croacia. Nada más que un testigo de excepción.

El pasado lunes, ya erigido en titular, Livakovic disfrutó de su particular protagonismo, deteniendo tres penaltis, dando el pase a cuartos a su equipo y pasando a la historia del torneo.