Unos 500 temporeros conviven en asentamientos irregulares

Ana Martínez
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Las plazas habilitadas por el Ayuntamiento en el Seminario y en el albergue están al completo, incluso con lista de espera, mientras ha aumentado el alquiler de viviendas, según Comisiones Obreras

Juan Zamora y Carmen Juste, en rueda de prensa. - Foto: A. M.

Unos 500 trabajadores temporeros, alrededor de 200 menos que el verano pasado, están ocupando los asentamientos irregulares que se encuentran en el extrarradio de la capital, fundamentalmente en el camino de La Pulgosa y en la carretera de las Peñas, donde reciben la visita de los responsables de Política Social de Comisiones Obreras de Albacete que, en ocasiones, acompañan a entidades sociales como Médicos del Mundo y Acaim.

En un primer balance del trabajo realizado por la oficina de atención al migrante de CCOO, su responsable Juan Zamora ha explicado las dos realidades que se están encontrando, por un lado en la provincia, por otro, en la capital. En el primero de los casos, Zamora ha indicado que los trabajadores temporeros proceden mayoritariamente de Rumanía y de Europa del Este y utilizan la fórmula de la ocupación como sistema de hospedaje, en casas abandonadas privadas o propiedad de los bancos.

En el segundo caso, en la capital, las 50 plazas habilitadas por el Ayuntamiento en el Seminario Mayor y las 20 del Centro de Atención Integral a Personas sin Hogar (Caipsh) se encuentran ocupadas al cien por cien, incluso tienen lista de espera. A ello se une el aumento de la concienciación social, que está permitiendo que los trabajadores temporeros puedan acceder a viviendas en régimen de alquiler, si bien Juan Zamora ha advertido de que determinados propietarios abusan de la necesidad de este colectivo y llegan a multiplicar por dos el precio de los alquileres.

Asimismo ha denunciado la complejidad de los intermediarios del campo, algunos de los cuales, ha alertado, están cobrando entre 3.000 y 3.500 euros por empadronar a los trabajadores migrantes, con el fin de que puedan conseguir un contrato de trabajo y el permiso de residencia.