La vigésimo sexta Feria de las Artes Escénicas y Musicales de Castilla-La Mancha arranca hoy en Albacete. Uno de los montajes de la primera jornada es El amor enamorado, la última comedia mitológica de Lope de Vega, que llega al Auditorio Municipal a las 20 horas, de la mano de MIC Producciones, con dirección de Borja Rodríguez y Teté Delgado como protagonista, que comentó a La Tribuna de Albacete distintos aspectos de esta singular producción.
Un Lope de Vega para el Auditorio Municipal.
Sí, me sorprendió cuando Borja Rodríguez, el director, me ofreció el personaje de Venus, porque no había hecho teatro clásico nunca. Cuando me leí la función lo entendí. No quería una Venus lánguida, como normalmente se la representa, la quería con fuerza y me eligió a mí, con lo cual estoy muy feliz. He trabajado el verso y muchas cosas salían de forma instintiva. Cuando comencé los ensayos, tenía mucho respeto, trabajo con unos compañeros estupendos, que han hecho mucho verso. Los ensayos fueron una maravilla y Borja es un gran director, tiene un gran amor al teatro y un respeto fabuloso al trabajo de los actores, de tal manera que te va llevando a donde quiere, pero quiere que llegues tú. La experiencia ha sido maravillosa, es un gran equipo.
¿Una Venus con carácter?
Sí, eso quería. Tengo mi parte dulce y cariñosa, pero cuando tengo que ponerme soberbia, lo hago. Lo que pasa es que en esta función aparece la Venus diosa, soberbia y también la madre, con su hijo Cupido. Los dioses, como Venus, inmortal, con un gran poder, no deja de ser una madre que protege a su hijo por encima de todo, aunque también le mande que vaya a vengar sus afrentas, eso es también muy de dioses.
La última comedia mitológica de Lope de Vega.
Como dice Borja Rodríguez, El amor enamorado, es un secreto escondido, que no se había representado mucho, estaba hecha para ser representada en el Parque del Retiro, con gran aparato teatral. Se ha hecho una versión fantástica de la obra y ahí estamos con ella.
¿Un verso fácil?
Sí, le gusta a la gente que es aficionada al teatro clásico y la gente que no está acostumbrada al clásico, le engancha, como me pasó a mí. Se dicen cosas tan bonitas, de una manera tan bonita, que hay que escucharla todo el rato y se entiende todo perfectamente. Luego, es una función muy visual, hay trucos, desapariciones, apariciones y una serpiente inmensa, la representación de todo lo malo, que hace que la gente se una contra ese ser maligno, que está de actualidad. Es lo que tienen los clásicos, son de actualidad. Una de las cosas que me gusta de la función, de El amor enamorado, es que cuestiona la autoridad, en este caso de los humanos frente a los dioses que dicen, si decidimos dejar de creer en vosotros, dejáis de existir. Se puede trasladar a cualquier tiempo, a este también, si el pueblo se une y deja de creer en los que mandan ese poder desaparece. Está muy representado el cortejo de Apolo y Dafne y no es eso, lo que hacía Apolo es más que acoso y eso se evidencia y se desmitifica. La función es una comedia muy bonita de ver, escuchar y divertida, con personajes como el que hace el gran Rafa Núñez, Bato, que es muy divertido, como mi hijo Cupido, un niño grande.