«La etnografía es la parte pobre del patrimonio»

Antonio Díaz
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La asociación Aluex continúa con su programa de conferencias en el salón de actos de la Diputación. Miguel Lucas Picazo, catedrático, profesor asociado de la UCLM, y miembro del Instituto de Estudios Albacetenses, habló de Patrimonio Etnográfico

Miguel Lucas Picazo. - Foto: Rubén Serrallé

La asociación Aluex continúa con su programa de conferencias en el salón de actos de la Diputación. Miguel Lucas Picazo, catedrático,  profesor asociado de la UCLM, y miembro del Instituto de Estudios Albacetenses (IEA), habló de Patrimonio Etnográfico de Albacete. 

¿Nos puede aclarar a qué se refiere el término patrimonio etnográfico?

Patrimonio viene a ser lo que heredamos, la parte de la cultura que heredamos y dentro de esa herencia, hay cosas que nos gustan más, otras menos, que en principio no valoramos y que, con el paso del tiempo nos damos cuenta  que son útiles y eso ha pasado con la etnografía, que dentro del patrimonio, ha sido la  parte que la herencia que no nos ha gustado, ha sido la hermana pobre. 

¿Nos puede poner algún ejemplo?

Por ejemplo, se puede visualizar en los museos provinciales. Cuando se constituyen estos museos van a tener una triple ramificación, para bellas artes, arqueología y etnografía. Es muy raro encontrar la parte etnográfica en estos museos, no se exhibe.  

¿Por qué?

Porque se ha valorado muy poco lo etnográfico, lo popular, eso que antiguamente se llamaba folclore, es la parte dominada de la cultura que no se quiere exponer, porque es darle poder a lo dominado y quien hace los museos son los poderosos. La etnografía es la parte pobre del patrimonio, que no nos gusta como herencia, la tenemos, pero guardada. 

¿Procede de la tradición oral?

Ese patrimonio campesino, rural, dominado, la transmisión que ha tenido siempre ha sido la oralidad. No lo hemos podido recopilar, hemos llegado tarde, a pasar de que está legislado. Dentro de las leyes de patrimonio histórico y cultural, casi todas tienen el apartado de etnográfico, que hay que inventariar, catalogarlo y divulgarlo. No se ha cho ese catálogo, aunque algunos estudiosos por su cuenta  lo han trabajado, también las Diputaciones, a veces, pero ha sido un trabajo por tiritas. 

¿Llegamos tarde?

Creo que aún estamos a tiempo si quien tiene las competencias en esto, que son las Comunidades Autónomas, a través de sus departamentos de Cultura y proyectos universitarios sí que, aunque fuera una parte mínima, podrían hacerlo, de una manera seria. Se puede quemar el último cartucho para recuperar la tradición que aún nos queda y que puede ser útil, porque estamos viendo que este patrimonio es útil, ahora que se habla de la España vaciada, como instrumento de desarrollo local, turismo o museos que se usan como motor de desarrollo local y pueden ser un arma contra la España vaciada.

Lo vemos con halloween, si hubiéramos recogido las tradiciones funerarias que hay en nuestros pueblos, no necesitaríamos halloween. Tienen que ser las autoridades regionales y provinciales las que pongan de su parte en  un proyecto. 

En la provincia sí se recogió una parte del folclore.

Claro, pero partimos de un error de concepto, entendemos la etnografía como una parte oral, musical, pero la etnografía no está dividida, porque patrimonio etnográfico es tanto lo material, como lo social o lo simbólico, lo ritual, entonces, hay una parte mínima de tradición oral o musical que se ha recogido por parte de muchos grupos y tenemos importantes ejemplos, como la revista Zahora,  incluso hay  recopilaciones de la Diputación y muchos grupos que por su cuenta han recogido esta tradición, pero son proyectos que parten de un error de base conceptual, porque lo etnográfico es todo lo cultural y en el cultural entra esa parte material y de las relaciones sociales o ritos y eso no se puede separar, el carácter debe ser integrador.  

¿Un plan de investigación aplicado a todo el territorio  y todos sus componentes culturales?

Todos los apellidos que le hemos dado al patrimonio tienen que tener un nexo para poder comprenderlo. En Tarazona, en Ayuntamiento ideó un Museo del Carnaval y yo participé en ese proyecto. Cuando lo hicimos fue estudiar el Carnaval en su contexto y nos salió que Tarazona tiene un ciclo festivo invernal que se mantiene muy vivo y, dentro de ese ciclo, el Carnaval es la parte culminante, así que en el Centro de Interpretación, todo eso se exhibe de una manera conjunta y también moderna.