Dar certidumbre en un momento de inestabilidad e inseguridad con unos presupuestos realistas. Así describió la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, el objetivo de los presupuestos del año 2023 de su departamento, que cuentan con una partida de más de 500 euros de los que el 80% van destinados precisamente a afrontar la inestabilidad internacional y apuntalar la recuperación económica de la región, con especial atención a las pymes y los autónomos, y otros colectivos que más necesitan del apoyo del Gobierno en estos momentos de inflación, subida de precios en la energía y altos costes de materias primas.

La consejera detalló –y lo hizo con minuciosidad– el desglose de su cartera en lo que denominó un presupuesto «expansivo y equilibrado» que crece en un 225 por ciento con respecto al que había en el área en el año 2015, cuando llegaron al Gobierno.

Franco explicó que, dentro del presupuesto, hay 364,24 millones de euros que van directamente destinados a impulsar el empleo y la competitividad empresarial, «de los cuales, prácticamente la mitad, 173 millones de euros, irán al sector privado, pymes y autónomos, un 20% más que en este año».

Destaca la apuesta por el refuerzo de las políticas de empleo y de Formación Profesional, el impulso a la competitividad empresarial y el apoyo al desarrollo y promoción del turismo, el comercio y la artesanía. «El presupuesto del año próximo en la Consejería supone destinar un 187% más en prevención y salud laboral, un 133% más en gestión del empleo, y aumentar de manera considerable en otras muchas partidas: un 89% más en Formación Profesional».