Uno de los cambios de normativa que se aplicarán en la nueva Primera RFEF será el número de jugadores sub-23 que, como mínimo, deberán tener los clubes, que subirá de los seis que había en Segunda B a los ocho. Es una medida que ha causado cierto malestar, al entender que con esta medida se favorecía a los filiales.
El caso es que el Albacete, entre los jugadores que ya tiene con contrato más los nuevos fichajes, cuenta ahora mismo con seis de esos ocho jugadores sub-23 que deberán formar parte de la plantilla. Lo curioso del caso es la forma que tiene de contabilizar la RFEF, ya que la temporada 2021-22 considerará a jugadores sub-23 a los nacidos posteriormente al 1 de enero de 1999. Lo normal sería considerar la fecha de nacimiento por temporadas, no por años naturales, porque se dan casos como el de Julio Alonso, uno de los fichajes, nacido el 14 de diciembre de 1998, con lo que cuando empiece la competición tendrá 22 años, pero no será considerado jugador sub-23.

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