'El beso de Iker' transmite un mensaje de esperanza

V.M.
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El realizador albacetense Tuti Fernández acaba de colgar en Internet su último cortometraje, que enlaza la gesta deportiva de España en el Mundial de Sudáfrica 2010 con los tiempos de pandemia que nos toca ahora vivir

Fotograma del cortometraje ‘El beso de Iker’. - Foto: D.F.G.

El polifacético artista albacetense Tuti Fernández (realizador, guionista, producto y músico) acaba de publicar en Internet su último cortometraje, El beso de Iker, «un homenaje a como fuimos y cómo deberíamos ser en el futuro, porque somos los mismos aunque todo haya cambiado», asegura. En este trabajo, realizado en su propia casa, debutan como actores su esposa, Marta Navarro, y su hijo Samuel Fernández.

Un trabajo que enlaza el recuerdo del histórico triunfo de España en el Mundial de fútbol de Sudáfrica y la actual situación de crisis, según él mismo advierte. «Lo llevaba ya algún tiempo en la cabeza, a raíz de leer una noticia que hablaba del baby boom registrado en nuestro país a raíz de esa victoria de la selección española, es decir aún estaba lejos de producirse la actual crisis del coronavirus. Ahora, con todo este ambiente que vivimos de depresión comunitaria, de pesimismo generalizado, el corto pretende lanzar un mensaje de esperanza y decidí en el último momento modificar el guión y trasladar la idea de que si un día pudimos conseguir cosas juntos, ahora se puede también lograr igualmente».

Ese potente paralelismo da pie a no poca nostalgia y al momento tan complicado que atravesamos, «pero como te decía -añade- también pretende transmitir esperanza, porque somos los mismos que éramos, tenemos una juventud que viene pegando muy fuerte y hay que tirar para adelante por encima de todo, ese fue el mensaje que nos transmitió el deporte hace una década».

Desde un principio reconoce que no contaba con su familia como protagonista, porque pensaba rodarlo con actores profesionales, «no obstante, como ahora resulta tan complicado buscar a gente y trabajar en espacios reducidos, me decidí probar a ver qué tal nos iba y al final lo sacamos adelante en un par de días, la verdad es que salió bastante mejor de lo esperado, aunque es cierto que nos planteó el problema moral de sacar a nuestro hijo, que no está en redes sociales ni en Internet por ningún sitio».

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