Jugar feo sale a cuenta

Diego Izco
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Ser el menos goleado asegura en España las mismas posibilidades de éxito que ser el más goleador

Jugar feo sale a cuenta - Foto: DPA vía Europa Press

Cada fin de semana son más los adeptos (y menos fuerte el mensaje de los defensores de LaLiga) a la idea de que en España está triunfando «lo feo». Jugar a defender, tacticismo extremo, anular al rival, llevar el partido hacia el 0-0 como punto de partida, «no encajar» antes que «marcar». Una reacción tal vez lógica después de un periplo maravilloso en nuestra competición (y por añadidura en nuestra selección) que ha encontrado una salida gris a la idea de que, como Xavi e Iniesta ya no están para jugar «bonito», casi estamos obligados a hacerlo feo. 
Las medias goleadoras de nuestra Liga son las peores con notable diferencia de las grandes competiciones europeas. Mientras en Italia se marcan 2,97 goles por partido y cada equipo promedia 35,65 goles en 24 jornadas;mientras en Inglaterra se disparan hasta los 2,75 y los 35,5... En España apenas pasamos de los 2,4 por partido y los 30 por equipo en 26 jornadas. Defender es la nueva consigna, pero... ¿es la nueva moda? En este país siempre ha habido grandes modelos triunfales respondidos por otros acaso más rácanos, más cerrados, que buscaban de alguna manera anular tanto brillo y éxito con una fórmula espectacular. Está sucediendo una vez más, pero en estos tiempos, en los del márketing y la multimillonaria negociación televisiva, la preponderancia de «lo feo» parece un suicidio. 

 

Lo mismo

El discurso de los ‘feístas’, técnicos (y aficionados que los justifican) cuyo patrón de juego es eminentemente defensivo, tiene una justificación plena atendiendo a la historia y estadística de nuestro fútbol: ser el equipo menos goleado es relativamente más fácil que ser el máximo goleador... y prácticamente estamos ante el mismo resultado. ¿El motivo? De las 89 ediciones de Liga disputadas hasta la fecha, el menos goleado ganó 28 títulos frente a los 29 conquistados por el máximo goleador. Empate técnico. En 17 ocasiones el campeón logró el ‘doblete’ (ser el que más marcaba y el que menos encajaba) y solo en 15 campeonatos quien lo ganó no estaba en ninguno de los dos ‘rankings’ goleadores. Por eso es tan difícil sacar a los ‘feístas’ del debate:sale a cuenta, en un deporte en el que destruir es más difícil que construir, elegir lo primero. Armar un gran equipo de defensores es mucho más barato que hacerlo con grandes atacantes... 

 

El Barça, penalizado

En un repaso a las curiosidades de las 89 combinaciones en la historia de la Liga, el Barça sale penalizado en dos de ellas,en la temporada 1983-84 y en la 2006-07, por el mismo motivo:fue el máximo goleador y el menos goleado... y no conquistó la Liga. Le pasó en el primer caso ante el Athletic de Javier Clemente (68-28 para el Barça, 53-30 para los bilbaínos) y en el segundo ante el Real Madrid (78-33 frente a 66-40) en la Liga del ‘Tamudazo’, el gol del capitán del Espanyol en el Camp Nou (2-2) que privó al Barcelona del título, pues blancos y azulgranas terminaron con 76 puntos y la Liga se decidió en el ‘golaverage’ particular. 

 

Los locos años 90

Fuese por la influencia de Cruyff en el Barça y por contagio en nuestra Liga o fuese por casualidad, el patrón se rompe en los años 90:el Real Madrid de Buyo y Hugo Sánchez logra el título de la 1987-88 siendo el máximo goleador y el mínimo goleado. A partir de ese momento llegó a la Liga un período de 14 años en los que solo el Atlético de Madrid de la 1995-96 (el del famoso ‘doblete’) logra la Liga con la mejor defensa. Fue una temporada de ataques:en las cuatro Ligas consecutivas de Cruyff, el Barça jamás logra ser el equipo menos goleado. Eso sí, en las cuatro fue, con diferencia, el máximo anotador... con una peculiaridad, y es que solo logró un ‘pichichi’: Romario en la 1993/94. 
El físico, el vigor, la táctica, el músculo (Valencia, Deportivo...) se impusieron tras la exhibición ofensiva. Igual que está sucediendo ahora. Igual que pasó para contrarrestar al Ajax de los 70 o como le sucedió a Brasil en los 80. Portugal campeona de Europa y Francia del mundo:el fútbol se afea para contrarrestar al fútbol.