Antonio García

Antonio García


Privilegios de la vista

23/08/2021

La otra tarde vi un episodio de Dimensión desconocida, muy oportunamente traducido como Vista de lince, sobre un apocado empleado de banco que tiene la facultad de ver el futuro a través de unas gafas rotas. El sentido de la vista (como su negación, la ceguera) ha sido materia frecuentada por creadores de índole fantástica, y el mito de Superman resume todas sus variantes, desde la visión infrarroja a la microscópica. Es un privilegio que se concede a superhéroes pero también a farsantes o enfermos de delirio que ven lo que otros no podemos ver. En todo caso el mundo podría dividirse entre quienes necesitan de gafas o lentillas y quienes no precisan ortopedia ocular, con la franja intermedia de los que solo la requieren a ratos, sufridores de vista cansada. La vista se utiliza también en algunas disciplinas científicas como medio de detección de alteraciones mentales: los famosos test de Rorschach valen asimismo como ejemplo de la relatividad de nuestra mirada. Lo que nadie había conseguido ver hasta ahora son las ideas, irrepresentables si no es con una imagen simbólica: todos sabemos lo que es la esperanza pero nadie ha sido capaz de verla. Sin embargo, últimamente han surgido individuos capacitados para visualizar abstracciones, un superpoder que los guionistas olvidaron adjudicar a Superman. Es el caso de quienes ven machismo o feminismo en cualquier estampa que se les pone delante. Que Dios conserve la vista a estos privilegiados mirones, pero en esa foto del cantante C. Tangana, donde ellos han visto la abstracción del machismo, o del feminismo, yo solo puedo ver un macarra feliz en un yate, en compañía de diez estupendas hembras que parecen tan felices como él.