«'La acción de regreso' es una novela de madurez»

A.D.
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Ramón Bello Serrano presentará el jueves, a las 20,30 horas, en el Casino Primitivo de la capital, su novela La acción de regreso, en un acto en el que estará acompañado por Albino Escribano Molina, decano del Colegio de la Abogacía de Albacete.

Ramón Bello Serrano. - Foto: Rubén Serrallé

Ramón Bello Serrano presentará el jueves, a las 20,30 horas, en el Casino Primitivo de la capital, su novela La acción de regreso, en un acto en el que estará acompañado por Albino Escribano Molina, decano del Colegio de la Abogacía de Albacete. El autor, columnista de La Tribuna de Albacete, comentó cómo surgió este proyecto, una obra con el subtítulo Memorial de una letra de cambio. 

Después de muchos libros de ensayo o periodísticos, se decide a presentar su primera novela.

Sí, es la primera novela, seguramente será la última, pero nunca se sabe.

¿Cómo surgió?

Surgió hace dos años aproximadamente, cuando escribí un primer folio ya que me parecía interesante tener el fundamento o inicio. Pasó el tiempo y la pandemia fue la que me posibilitó escribirla.  

¿Por qué decidió escribir ese primer folio?

Lo decidí porque empecé a leer La comedia humana, de Balzac, nueve tomos. Inicié su lectura, como hace todo escritor, para tener caudal literario y luego poder uno expresarse. Me fascinó una de las novelas, El coronel Chabert,  un hombre que vuelve del frente ruso con una letra de cambio. Le habían dado por muerto y encuentra a su mujer que ha vuelto a casarse, una peripecia. Aquello me gustó y ahí lo dejé. Con la pandemia como seguía con las lecturas de Balzac, fue cuando acometí la redacción definitiva de la novela, porque la tenía bastante clara.  

Una novela, que además de contar una historia, tiene varios aspectos destacados.

Claro, la novela cuenta una historia, de un coronel ruinoso, que se acerca a un cambista, a un corredor de comercio, con una letra de cambio por valor de 30.000 francos que la ha  obtenido en el frente ruso. A partir de ese momento, se desarrolla una relación entre el coronel y el cambista, que va a durar dos días, durante los cuales van a ocurrir varias cosas que girarán en torno a esa letra de cambio y la obligaciones uno para con el otro.  

¿Por qué ese título?

La acción de regreso es una acción cambiaria, que figura en los códigos de comercio, en el sentido de que quien paga de una manera voluntaria un crédito, y lo paga por otro, al haberlo satisfecho puede ejercitar acción de regreso o repetición  contra otro, pero  realmente se llama La acción de regreso porque en el fondo todos regresamos a lo mismo, a los orígenes y el coronel regresa a sus orígenes más primarios y el propio cambista también lo hace, lo que desembocará en el final de su vida.  

¿Se puede ver desde distintas perspectivas la obra?

Se puede ver desde cuatro puntos de vista, como lo veían los autores medievales, como lo veía Dante, y no es presunción. El argumento es claro, en un sentido literal, ya que se inicia la novela en primera persona, luego tiene un sentido analógico, porque nos lleva a un año después de la muerte de Bonaparte, y el sentido analógico de las relaciones comerciales se puede trasladar a la actualidad. Tiene un sentido moral, en el que los dos protagonistas crecen en estatura moral. Luego, hay una redención, ya que cada uno se libera de la manera que puede y le da un sentido a su vida.  

¿La novela nos cuenta la historia de ese viejo coronel?

Sí, es la historia de un viejo coronel, ruinoso, que viene del frente ruso, condecorado con la Legión de Honor, aunque ha accedido a una letra de cambio, precisamente en ese frente, y que quiere cobrar al cambista, pero quiere hacerlo en especie. Pretende que un artista de renombre pinte su rostro para que un hijo que tiene en Milán pueda conocer el rostro de su padre, el mirar que tiene y, además, quiere que en ese mirar esté contenido el que él vio en su propio padre cuando asistió a su muerte. Quiere que su hijo conozca al padre y al abuelo. Se van a desarrollar cuestiones, gastos, que van cargándose sobre el principal de la letra de cambio. Estos dos personajes van a crear obligaciones comerciales de distinto signo. 

¿Tiene la novela aspectos de su trabajo como abogado?

Sí, porque si miramos de una manera, el tráfico mercantil ordena la vida de las personas y se crea dinero desde el papel. Hablamos de una serie de cosas como testamentos, hipotecas, relaciones comerciales, incluso papeletas de empeño. 

Aunque no la he hecho con voluntad de implicar mi mundo profesional, el mundo del Colegio de Abogados, del Colegio Notarial, de los corredores de comercio y todas estas cuestiones, sí que me di cuenta que, igual que desde el mundo del periodismo se puede contar la vida entera del escritor que hace su novela y los sentimientos que tiene, incluso de su familia, también desde un despacho profesional, se pude hacer, a través de una letra de cambio, de algo que a mí me deslumbró, sin tener dinero en la mano, dos personas pueden poner en el tráfico mercantil un contrato de descuento. Sobre todo, como decía, cómo el tráfico mercantil regula la actividad privada y pública de las personas.  

¿Pensó en un lector determinado para esta novela?

No, el escritor es difícil que se engañe a sí mismo y estoy contento, La acción de regreso es una novela de madurez. Creo que he escrito una novela seria, que está bien hecha. Me preocupaba hacer una buena novela porque el oficio que tenemos los que llevamos escribiendo tantos años, está ahí, pero una cosa es contar una historia y otra es escribir una novela de la que te puedas sentir satisfecho. Lo más importante es saber iniciarla y, sobre todo terminarla, luego hay situaciones que son difíciles de abrochar. Entonces, me ayudó la pandemia, que fue una desgracia y, sobre todo, me ayudó, cuando nos liberaron, el ejercicio físico,  que te da libertad de mente. 

¿Por qué le interesó tanto esa historia?, ¿a raíz de las lecturas?

Sí, como te digo, me impactó la historia del coronel Chabert, un hombre que han dado por muerto civilmente, y eso es un problema grande, incluso hay varias películas, pero luego, como iba leyendo a Balzac, hay un homenaje a esos personajes