El ya exentrenador del Albacete se marchó sin despedirse, algo más propio del que es cesado que del que decide romper la relación que le une a un club que, además, acaba de subir de categoría.

Rubén de la Barrera habló en la noche del miércoles en El Larguero de la Cadena Ser, para venir a decir que el Carlos Belmonte no entendió su estilo de juego y que si las cosas habían sido así con el equipo en la parte de alta y con un ascenso, en una competición más exigente como la Segunda División acabaría por ser algo perjudicial para todos.

El gallego quiso dejar claro que la decisión había sido suya. «Había motivos que podían condicionar la próxima temporada, se lo argumenté al club, lo entendieron y llegamos a un acuerdo, porque todavía me restaba un año de contrato».

De la Barrera confesó que la decisión ya estaba tomada antes de la final contra el Deportivo. «Lo tenía claro», dijo, para añadir que «el equipo de ascender refuerza» la decisión, porque «no era una cuestión de categoría».

Sobre los motivos que le llevaron a tomar esta decisión explicó que «era algo que se nos escapaba a los dos. Desde el primer momento de la temporada se generaron circunstancias extrañas en los partidos, conforme transcurría la competición iban en aumento y llamaba la atención que ocurriera encontrándose el equipo en puestos de playoff o incluso yendo primeros como fuimos. Por ahí, con el añadido que el año que viene compites en una Segunda División que es complicada y dura, en la que convives más con la no victoria que con la victoria, entiendo que eso podría haberse multiplicado y no ayudaría a nadie».

(Más información en la edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete (https://latribunadealbacete.promecal.es)