Aunque Albacete es considerada una ciudad tranquila en lo que a delincuencia se refiere y su tasa de criminalidad siempre está por debajo de la media nacional e incluso de la regional, lo cierto es que, por desgracia, existen ocasiones en las que se producen crímenes y llamativos atracos. Para atrapar a sus autores y evitar que ese tipo de delitos se repitan, la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía cuenta con el Grupo Segundo de la Policía Judicial, a cuyo frente está el inspector jefe Jesús Mayoral.
El equipo creado en 2008 y que está compuesto por siete funcionarios ha logrado unos excelentes resultados, de hecho en el último lustro han resuelto todos los homicidios y asesinatos a los que se han enfrentado.
Si nos remontamos a cinco años atrás, el primero de los crímenes que encontramos es el denominado ‘homicidio del vagabundo’, que tuvo lugar en 2016.
En esta ocasión, el autor, de nacionalidad española, residía en las proximidades de Comisaría y fue detenido en la ciudad en mayo de 2016 como autor de un delito de homicidio, otro de detención ilegal y otro de extorsión.
Según se esclareció en la investigación, el autor de los hechos tras acabar con la vida de un mendigo con el que mantenía una relación de amistad, lo trasladó en un carro de la compra a un parque de Albacete, donde lo abandonó como si estuviera dormido. El cadáver fue descubierto varios días después de su muerte. El autor de los hechos extorsionaba a la víctima propinándole continuas palizas para que mendigara exigiéndole luego la recaudación. Una de esas agresiones concluyó con la muerte de la víctima.
También en ese año se llevó a cabo la investigación conocida como ‘crimen del culturista’ u Operación Músculo, en la que se detuvo a un individuo presunto autor de un delito de homicidio y tráfico de estupefacientes, el cual suministró diversos medicamentos y sustancias dopantes a un individuo que falleció a consecuencia de dicha ingesta. La operación se saldó con la detención de seis individuos más por tráfico de medicamentos en Madrid, Jumilla y Las Palmas. Se intervinieron 1.380 cajas de medicamentos y sustancias dopantes.
En 2017 se producía el crimen de Viveros, en el que se arrestaba a J.C.G.C., por el asesinato y ocultación del cuerpo del empresario de la zona de copas de Albacete Jesús Lorenzo. El cadáver fue ocultado en un congelador del bar que regentaban detenido y finado, para luego quemarlo y esparcir los restos en una finca de Viveros. El detenido fue juzgado y condenado y hace unas semanas la sentencia era confirmada por el Tribunal Supremo.
En septiembre de 2017, aparecía en el río Júcar el cadáver de Jairo Ronald Arcos, que llevaba días desaparecido. Tras una intensa investigación se arrestaba a un policía local como autor de los hechos. El caso está a la espera de la celebración del juicio.
Por último, el 4 de junio de 2018, M.R.G., presuntamente acababa con la vida de su excuñada en su vivienda de la calle Blasco Ibáñez. Tras huir del lugar y prender fuego a su propia vivienda el sospechoso fue detenido por los agentes en plena calle. El juicio contra este individuo, que se enfrenta a 27 años de cárcel, debía celebrarse en mayo pero fue aplazado.
Aunque no hay un perfil definido de las personas que cometen homicidios, Jesús Mayoral afirma que «en la mayoría de los casos aparece una vinculación con el consumo o el tráfico de sustancias estupefacientes».
Atracos. Otros de los delitos que son competencia del Grupo Segundo de la Policía Judicial y que causan mucho impacto en la sociedad, son los atracos a bancos.
Aunque según el jefe del Grupo este tipo de atracos son algo «excepcional» en la ciudad, lo cierto es que sólo en la última década se han producido una decena de ellos, con un altísimo grado de resolución de los casos, como aclara Mayoral. «En Albacete, el porcentaje de esclarecidos en la investigación de estos delitos es muy alto, próximo al cien por cien de los casos».
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