Villamalea, cuna del cooperativismo

A.M.
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La industria champiñonera y del metal generan una importante demanda de mano de obra que evita la pérdida de población

Plaza de la Concepción, donde se encuentra un edificio de propiedad eclesial. - Foto: J.M.E.

Villamalea siempre ha destacado por su emprendeduría, por su arrojo, por osadía y su valentía. Cualquier tipo de asociación que se busque, se encuentra en Villamalea; un proyecto social progresista, en Villamalea; una concentración por la conservación del medio ambiente, allí que se ha convocado.

Quizá el linaje del cooperativismo algo ha tenido que ver en la educación de los guijosos, muy dados al movimiento social y a la cooperación entre trabajadores. No en vano, en Villamalea hay cooperativa del vino, cooperativa del champiñón, cooperativa de la construcción, cooperativa de electricistas... Digamos que Villamalea es cuna de la economía social, gracias a un pueblo comprometido con sus iguales, muy emprendedor y muy trabajador.

«Por eso el censo ha ido creciendo, porque Villamalea da trabajo a todos sus vecinos y a una buen parte de los que viven en la comarca», afirma Venancio Cuenca, un villamalense de nacimiento, muy conocido en toda la provincia y en Albacete capital por haber sido el primer secretario provincial de Comisiones Obreras, allá por la década de los 70. «La industria agroalimentaria y la del metal de Villamalea tienen un peso importante a nivel nacional y necesitan mucha mano de obra», explica.

Dicen que  Villamalea significa villa bonita. En pleno casco urbano, la plaza de la Iglesia o del Ayuntamiento es uno de los puntos de encuentros de la vecindad. En ella se reparte la Casa Consistorial y las nuevas instalaciones de la Caja Rural de Villamalea, una entidad bancaria que nació del ya mencionado cooperativismo y que «es del pueblo», destaca Manuela Iniesta, una fuentealbillense de nacimiento, que lleva más de 40 años viviendo en Villamalea.

En este mismo lugar se localiza  la iglesia parroquial de la Concepción, que cuenta «con un altar precioso, nos encanta», afirma Marijuli Ruiz, conocida en el pueblo como Águeda. Sobre la fachada del templo se puede leer una placa reciente que recuerda los 500 años de la fundación del lugar de San Juan de Villamalea (1516-2016) y, a su espalda, otra mucho más antigua que reza:«El pueblo de Villamalea honra a todos las víctimas de nuestra guerra civil. Para que nunca vuelva a repetirse».

Villamalea fue, y lo más curioso es que sigue siendo, el  pueblo de la peoná e villa, un término acuñado en la localidad que significa la colaboración de todos los vecinos en la construcción de una obra. El mejor ejemplo fue el antiguo frontón que se levantó junto a la fachada del templo de la plaza de la Concepción, la plaza de las verbenas y de las actividades al aire libre, donde todavía hoy se conserva el edificio del Partido Comunista.

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