Un impuesto que persigue a las grandes empresas

Agencias
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El establecimiento de un tipo mínimo fiscal del 15% en Sociedades a las grandes compañías permitirá al Gobierno ingresar unos 400 millones de euros más cada año provenientes de unas 1.070 sociedades que ahora pagan menos

El proyecto que busca implantar que las multinacionales paguen más a Hacienda por sus beneficios es una iniciativa que actualiza la fiscalidad del mundo globalizado.

El establecimiento de un tipo mínimo efectivo del 15% en el impuesto de Sociedades para grandes empresas es una de las exigencias más importantes en el acuerdo de los Presupuestos entre el PSOE y su socio, Unidas Podemos, que lleva tiempo trabajando en esta medida fiscal ya que, a su juicio, las compañías que más beneficios registran son las que menos tributos pagan si se compara con las pequeñas y medianas corporaciones. Sin embargo, imponer esta tributación va a implicar un nuevo escenario económico si finalmente el Ejecutivo consigue sacar adelante esta iniciativa en el Congreso.

 

¿Se cambia el tipo? 

La propuesta que se baraja -que ya se incluyó en las fallidas Cuentas de 2019 y que figura en el acuerdo de Gobierno- no prevé modificar el tipo nominal del impuesto de Sociedades que, actualmente, es del 25% para todas las empresas salvo las de la banca y las de hidrocarburos, que está fijado en el 30%.

 

¿Por qué ahora?

La necesidad aprieta y, ante la gran deuda pública de España, el Ejecutivo pretende garantizar un cierto nivel de recaudación real en las arcas públicas que no pueda evitarse con exenciones o deducciones. La propuesta inicial del Gabinete de Pedro Sánchez es que este umbral sea del 15% para todas las empresas y del 18% para banca e hidrocarburos.

 

¿Cuánto pagan ahora?

En 2018, las grandes empresas españolas -aquellas que forman parte de grupos y tuvieron resultado contable positivo- pagaron un tipo efectivo del 19,72% con respecto a la base imponible y del 5,63% con respecto al beneficio o resultado contable, lo que implica grandes diferencias entre los que más ganan y los que menos contribuyen con sus beneficios a Hacienda.

 

Diferencias

Una de las preguntas más habituales en este contexto es qué diferencia hay entre base imponible y resultado contable de las empresas.
El resultado o beneficio contable recoge todas las ganancias de la empresa, incluidos los dividendos de sus filiales en el extranjero, que normalmente ya han tributado en sus respectivos países. La base imponible, que es sobre la que se paga el impuesto de Sociedades, es el resultado de realizar una serie de ajustes al balance contable (por ejemplo, con respecto a los gastos deducibles), entre ellos, eliminar los dividendos del exterior que están fiscalmente exentos.

 

¿Tiene consecuencias?

El Ejecutivo trata de responder a la cuestión de cómo va a afectar un tipo mínimo a las empresas señalando que depende de cómo se articule la medida. Si el tipo mínimo efectivo se establece sobre la base imponible no tendrá una gran incidencia en la práctica, ya que la base efectiva actual roza el 20% de media, por encima del umbral del 15% que quiere establecerse.
Sin embargo, si el tipo mínimo efectivo se aplica sobre el beneficio o resultado contable, donde la media actual es de poco más del 5%, supondrá un notable incremento de la cuota a pagar, ya que también computarán para calcular ese mínimo las ganancias resultantes en el balance del exterior, aunque ya hayan tributado en esos territorios. El proyecto presupuestario de 2019 preveía aplicar el tipo mínimo sobre la base imponible, pero Unidas Podemos ha reclamado en varias ocasiones que sea sobre la cifra final contable.

 

¿Qué dice el Gobierno?

Se trata de un tema controvertido en el que hay dos opiniones muy diferentes. En primer lugar, la que avanza la vicepresidenta de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha insistido en los últimos días en la necesidad de incluir en los Presupuestos de 2022 el tipo mínimo efectivo del 15%. Sin embargo, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aboga por retrasar esta medida por varios motivos: esperar a que esté consolidada la recuperación económica tras la crisis sanitaria, a que el comité de expertos para la reforma fiscal termine sus trabajos y a que se concrete la propuesta de la OCDE. El Congreso tendrá la última palabra.

 

¿Qué opina la OCDE?

Las negociaciones sobre un nuevo marco fiscal global para las multinacionales alcanzaron el viernes 8 de octubre un acuerdo pionero que incluye un impuesto de sociedades mínimo del 15%, según anunció la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El acuerdo alcanzado incluye a 136 países y jurisdicciones que abarcan más del 90% del PIB mundial sobre los 140 que participan en las negociaciones, señaló la OCDE, coordinadora del proceso, en un comunicado. Tres países europeos (Irlanda, Hungría y Estonia) se sumaron al acuerdo político acordado en julio pasado, aunque Pakistán decidió salirse.

 

¿Qué distingue entonces?

La reforma de la OCDE no es igual que la que plantea el Gobierno de España aunque, en ambos casos, la cifra que está encima de la mesa es el 15%, pero, sin embargo, el concepto es completamente distinto. La propuesta española es un tipo mínimo efectivo con el que se persigue limitar las deducciones y exenciones para recaudar más.
Y, por su parte, el objetivo de la OCDE pasa por aplicar un tipo mínimo global, con el que se pretende evitar la competencia fiscal desleal de los territorios de baja tributación para lograr una economía internacional más justa y equitativa partiendo de una base mínima que subirá con el tiempo.