A Emilio Sáez, alcalde de Albacete, no parecen molestarle mucho las noticias sobre un posible procedimiento en relación a la forma en que se pagaron los contratos de iluminación navideña de Marqués de Molins por parte de la Corporación local que preside.

Poco antes de la tradicional cena de Navidad del Partido Socialista, en la que fue uno de los principales invitados y ponentes, pidió tranquilamente al Partido Popular "que tenga un poco más de altura de miras y en vez de poner palos en las ruedas, mejor que sume, porque al final lo único importante es el bienestar de los ciudadanos".

En un tono aún más distendido, cuando pronunció su discurso frente a sus compañeros y compañeras del PSOE, dedicó más tiempo a la "vergonzosa" situación en el Tribunal Constitucional que a las críticas del PP local, del que dijo que "está haciendo algo de ruido por la iluminación navideña" sin hacer ninguna otra referencia al asunto.

La habitual comida de Navidad del PSOE albacetense reunió a numerosos cargos y cuadros del Partido Socialista de toda la provincia y contó con la presencia de la consejera de Igualdad, Blanca Fernández, el presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, y el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, entre sus invitados.

En un tono más de partido, el secretario de los socialistas albacetenses y presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, felicitó a todos los compañeros y compañeras de la familia socialista "pero en especial a los que están en la oposición".

"No solo hay que alabar a los compañeros y compañeras que están en el gobierno, porque es muy fácil tirar del carro cuando eres tú quien tiene el ronzal", señaló, "también hay que destacar la labor de los que no gobiernan pero saben ejercer la oposición con nobleza".

Por último, la consejera de Igualdad quiso romper una lanza por la política regional en general pues, a pesar del ambiente general de crispación, "en esta región un tercio de las leyes han salido por unanimidad, y más de la mitad sin un voto en contra".

Gracias que a la región es "una isla en un mar de ruido" y a que esa voluntad de consenso se extiende a todas las fuerzas políticas y sociales, se explica que en los últimos tres años y medio, en medio de una situación "dificilísima", la región "haya sabido progresar".

"Nos pusimos como objetivo apuntalar la economía, mejorar en equidad y tener unos mejores servicios públicos, y lo hemos conseguido", afirmó, "y eso lo hemos conseguido con ambición, hambre de superación y acuerdos".