La quinta ola del Covid-19 deja estos días en Albacete un aumento incesante de los contagios por todo el territorio y la incidencia acumulada de nuevo en niveles de riesgo extremo. 
La provincia ya vivió situaciones similares en lo que va de pandemia, pero este repunte tiene una gran diferencia con respecto a los anteriores, merced a los efectos de la campaña de vacunación, ya que la amplia mayoría de casos con síntomas leves ha dado un leve respiro a los hospitales, mientras desborda a los centros de salud y consultorios locales de las zonas con brotes, que han de encargarse de la realización de pruebas PCR a decenas de personas y el seguimiento de contactos. Todo ello se suma a su actividad habitual y la atención a los pacientes desplazados que regresan a sus pueblos de origen en verano.
«La situación en Atención Primaria puede ser inaguantable si se prolonga en el tiempo», resumía Josefina Mansilla, que es alcaldesa de Bonete, localidad que sufrió un brote hace unas dos semanas, y médico en el Centro de Salud de Ontur, donde atiende a pacientes de Fuente Álamo, otro municipio con alta incidencia.
Mansilla insiste en la necesidad de rapidez en el rastreo, «para pedir cuanto antes a los contactos que se aíslen» y de que estos cumplan con esa medida preventiva. Del mismo modo, lo han hecho numerosos ayuntamientos, con bandos y publicaciones en las que recuerdan la necesidad de ese aislamiento para contactos estrechos y quienes estén a la espera de resultados de la prueba PCR, a la vez que ruegan a la población joven (a la que se atribuye el inicio de la cadena de contagios en varias localidades albacetenses) que evite las tradicionales reuniones multitudinarias de estas fechas.  

Precisamente, uno de los primeros grandes brotes del verano se dio en Bonete, con 27 casos confirmados entre el 5 y el 18 de julio. Allí la situación mejora, según detalla la alcaldesa, que explica que ya son apenas 10 las personas que siguen confinadas y este fin de semana se retoma la programación cultural que tuvo que suspenderse. Además, Mansilla quiso desmentir que un campus de fútbol hubiese sido el origen de los contagios, ya que «solo uno de los niños dio positivo».

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