Junto al Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional socialista, se plantó un pequeño grupo de jóvenes -pertenecientes a Nuevas Generaciones de Castilla-La Mancha- tras una mesa dotada de una composición escénica singular. Sobre ella lucía una fotografía de Emiliano García-Page ante un plato colmado de alimentos -de plástico- y junto a una caja en la que se podía apreciar que estaba destinada al presidente regional.

Pues bien,  esta suerte de representación fue la ideada por el grupo para denunciar «la irresponsabilidad» de quien «ha olvidado preocuparse por los castellano-manchegos». Se refería, la presidenta regional de Nuevas Generaciones de Castilla-La Mancha, a la ausencia de Page «en los hechos ocurridos en las últimas semanas a raíz de la gota fría», un fenómeno que «ha afectado a numerosos municipios de la región, como Almansa y Caudete» y que no ha merecido la atención del presidente regional, comportamiento que desde NNGG consideran «lamentable».

De hecho, Marta Maroto fue más explícita al indicar que Emiliano García-Page «en vez de ir corriendo a estos municipios para poner en primer lugar a los ciudadanos de la región, prefiriese estar de comilona con sus amigos en Tarancón».

Un hecho que demuestra, a su juicio, que la región está gobernada por un hombre que «siempre antepone sus intereses a los de la ciudadanía», no como «nuestro presidente Paco Nuñez que acudió a los municipios afectados para estar cerca de quienes lo necesitaban».

Sobre el ‘regalo’ para Page, Maroto apuntó que «va destinado a que, en caso de que vuelva a ocurrir otra desgracia como la ocurrida, el ausente pueda desplazarse a los municipios que necesitan su presencia».