La reciente muerte de un agricultor de 75 años en Férez ha devuelto a los titulares la triste realidad de los trabajadores de edad avanzada que pierden la vida mientras manejan sus tractores. Una realidad que se ha agravado con creces en los últimos tres años.

Según datos oficiales recogidos por La Tribuna, durante la pandemia se produjo en Albacete un repunte de accidentes mortales en los que estaba implicado un tractor. El peor año de la década es 2021, con tres agricultores muertos y dos heridos graves en nuestra provincia.

Entre 2013 y 2022 se produjeron 13 accidentes de este tipo, con un balance de 14 fallecidos y dos heridos. La edad media de las víctimas es de 75,8 años y en su inmensa mayoría son hombres, ya que sólo uno de ellos es mujer.

La causa de casi todos estos tristes sucesos es la misma: el vuelco. Si nos centramos en la distribución territorial, vemos que más de la mitad de los accidentes (siete de 13) ocurrieron en las sierras del Segura y Alcaraz, dos comarcas especialmente montañosas, envejecidas y despobladas.

La evolución de las estadísticas a lo largo de la última década comienza con 2013, el segundo peor año de la última década, con cuatro accidentes, todos ellos mortales. En 2014 sólo se produjo un accidente, y lo mismo ocurrió en 2015. Después, hay un vacío hasta 2020, un año en el que se produjo un único accidente. 

De repente, en 2021, segundo año de restricciones pandémicas, llega un pico: cinco accidentes en un solo ejercicio, en Pozohondo, Letur, Yeste, Alcaraz y Hellín. En 2022, por ahora, sólo un único accidente mortal ocurrido el pasado martes, en Férez.

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