La edición número XIII del Alterna Festival en la localidad albaceteña de El Bonillo echó el cierre con éxito de asistencia tras dos años de parón por la pandemia.

Cerca de 8.000 personas han pasado por 'La Nación', que registró el cien por cien de ocupación en todos los establecimientos. Con un cartel encabezado por artistas nacionales de la talla de SFDK, Los Chikos del Maíz, Lágrimas de Sangre y Boikot, sus organizadores destacan su carácter «familiar y pequeño», seña de identidad del festival.

«Somos un festival muy bien armado, pero muy pequeño. Tenemos un aforo limitado de 4.000 personas por concierto y queremos que siga así para que el público pueda disfrutar de esos grandes grupos, que en un evento de mayor tamaño verían muy lejos o no podrían escuchar bien. Aquí todo el mundo puede disfrutar del sonido y de los artistas como nunca», ha explicado Manuel Núñez, de Berrintxe Producciones.

El Alterna comenzó en 2008 como una iniciativa gratuita organizada por el Ayuntamiento y la asociación local Rollyng Circus, para promover y dinamizar la cultura en la localidad.

Siguiendo los pasos del Viña Rock, fue cogiendo más fuerza con la incorporación de Berrintxe, que dio una mayor visibilidad y proyección. «Actualmente viene gente de todas las comunidades autónomas de España y eso se ha notado mucho en el crecimiento del festival, poco a poco se ha ido arraigando y ya forma parte del pueblo. El Viña ha sido un punto de partida para muchos sitios como puede ser Yeste Rock o aquí mismo, es un ejemplo, pero queremos seguir diferenciándonos de esos macrofestivales», señala Núñez.

Diferenciándose con actividades como las que cada año realizan desde Rollyng Circus en el parque municipal, con talleres de trapecio, teatro de calle, malabares y más conciertos, todo ello totalmente gratuito.