Todavía con el recuerdo del penalti marcado por Maikel Mesa ante el Cádiz, que supuso la permanencia en Segunda para el Albacete, el conjunto manchego inicia sus entrenamientos de cara a una nueva temporada que volverá a estar marcada por el covid.

Todavía se están disputando los playoff de ascenso, ni se sabe la composición definitiva de la categoría, ni existe calendario ni fecha segura de arranque de la competición, pero los equipos ya están en marcha porque la previsión es comenzar entre mediados y finales de septiembre, otra vez con poco tiempo para prepararse y tras unas vacaciones más cortas de lo habitual.

El caso es que al mando de Lucas Alcaraz, el nuevo Albacete echó a rodar el balón sobre el césped de la Ciudad Deportiva sin tener ningún positivo entre sus filas, algo que se antoja incluso extraño viendo como cada día van apareciendo positivos en todos los clubes de Primera y Segunda División.

Con muchos jugadores del filial y una primera plantilla todavía por definir, los disponibles empezaron a trabajar con la ilusión propia de estas fechas de pretemporada y así lo expresó uno de los capitanes de las últimas temporadas y ya un veterano en el equipo, Álvaro Arroyo.

«Empieza una temporada nueva y todos nos volvemos a ilusionar porque empieza todo de cero», indicó Arroyo, que recordó sus palabras en estas mismas fechas hace un año, cuando el equipo venía de jugar los playoff de ascenso. «Cada temporada es distinta, que puede pasar de todo y lo que está claro es que ahora empezamos de cero, con las pilas recargadas y mucha ilusión. Nosotros nos vamos a poner los límites que nosotros queramos, como siempre, y vamos a ver como se da la temporada», indicó.

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