Domingo Henares

Domingo Henares


Serán dos las voces

17/10/2021

¿Dónde habrá aprendido el presidente actual del PP (omitido sea su nombre por inconsistente) que la moralidad de nuestros actos depende del Tribunal Constitucional? Nunca lo sabremos, pero ahí estaba estos días últimos el dicho dirigente político en convención con los suyos en la plaza de toros de Valencia. Uno de tantos lugares donde más cerca acuden, casi se tocan de la mano, la vida y la muerte del ser humano. De eso también hablaron, con el ruedo y el graderío ocupados hasta la bandera. Y es donde se produjo, otra vez, el desliz de invocar el fallo tan esperado del Constitucional sobre la práctica del aborto y de la eutanasia. Pérdida de tiempo, ganas de hablar, palabras ociosas en un recinto donde la vida y la muerte deben tomarse más en serio. Son cuestiones fronterizas, más allá todo es misterio. Y los tribunales de justicia deben callarse en esta ocasión, aunque por costumbre hablan y pontifican en torno al comportamiento de los ciudadanos.
Los filósofos medievales ya tenían resuelto el problema ético de la eutanasia y del aborto. Son dos problemas que se reducen a uno, a la estricta afirmación o negación de la vida, en un planteamiento desde hace siglos «según la naturaleza de la cosa», la de un ser vivo que, como tal, siempre reclama su existencia.
  Si un día llega a gobernar un PP tan indeciso, con las riendas del ánimo tan flojas, con esa mirada de reojo y suplicante a los tribunales de justicia, se encontrará con dos voces acusadoras: la de un niño que está llamando a la vida tan alegre y la de un enfermo que solo aspira a un aliento más para contarlo.