Tendero y Esaú Fernández triunfan en Villamalea

PEDRO BELMONTE
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Una buena corrida de Vellosino propició el triunfo de los dos toreros, que cortaron dos y tres orejas, con un Calita que tuvo que conformar con una ovación en el segundo de la tarde

Faena de Miguel Tendero al primero de su lote. - Foto: P.B.

Casi tres años llevaba Miguel Tendero sin vestirse de luces en España, desde el 8 de septiembre de 2017, en la Feria de Albacete, y el debut no podría haber sido con mejor pie, ya que abrió plaza un toro noble, con la fuerza justa , pero embistiendo con clase, con el que el de Albacete estuvo francamente bien, templado, medido, sin obligarle al principio, pero con mucha suavidad, sin un tirón. El toro se lo había brindado a su hija Sofía, que era la primera vez que veía a su padre delante de un toro y aun siendo pequeña, disfruto de lo lindo. Faena compacta, con las series muy ligadas con las dos manos, en definitiva, como si llevase un buen numero de corridas toreadas. Además, remató la faena con una gran estocada arriba y las dos orejas fueron a parar a sus manos, acompañándole Sofía en la vuelta.

La espada le privó a Tendero de haber cortado trofeos en el cuarto, un toro montado, al que se le dio fuerte en el caballo y que hizo cosas feas en banderillas, queriéndose rajar, pero que en la muleta rompió sacando el buen fondo que tenía yendo tras la muleta del torero con largura, entrega y clase, sucediéndose tandas templadas y con ligazón, por los dos pitones, entendiéndolo muy bien Miguel, consiguiendo una faena compacta. Pena de los tres pinchazos y la estocada desprendida que necesitó para terminar con el de Vellosino, silenciándose su trasteo.

El mejicano Calita tuvo delante a un toro con posibilidades, pero quedo muy parado, tras el tercio de varas con el viaje corto y costándole un mundo repetir. Anduvo muy metido con el animal, debiendo recurrir a la distancia corta y el arrimón. Dio una vuelta al ruedo tras un pinchazo hondo y estocada.

Llegó con la embestida algo descompuesta a la muleta el quinto de la tarde, lo que junto con algunas ráfagas de viento, complicaron las cosas al mejicano, que apenas pudo sacar alguna tanda limpia por cada pitón. La espada se volvió a complicar y se silenció la labor del diestro azteca.

Tuvo calidad el primero del lote de Esaú Fernández, aunque tras el terco de varas quedó con el viaje algo corto, aunque entregado y desarrollando nobleza. El sevillano lo toreó en la distancia corta, pero lo aprovechó muy bien con una faena compacta que llego al tendido. Una oreja paseo tras pinchazo y estocada desprendida.

El toro que cerró plaza también tuvo las hechuras del cuarto, mas montado que sus hermanos y como a sus hermanos, se le picó de forma desordenada. Llegó a la muleta algo descompuesto, que el torero supo ir corrigendo por el pitón derecho a fuerza de temple, cuajando algunas tandas estimables por ese pitón, ya que por el zurdo, apenas quiso coles. Una estocada baja y descabello, le dieron lugar a un excesivo premio de dos orejas.