Un informe de ConBici, entidad española para la promoción de la bicicleta, dice que en Albacete se deben restringir los desplazamientos motorizados para mejorar la calidad del aire. Este informe se ha hecho gracias a voluntarios de Curba, que han realizado diferentes recorridos en bici por la ciudad tomando datos sobre la calidad del aire entre el 1 de enero y el 1 de noviembre de este año.

Dice este informe que en más del 50% de las zonas estudiadas el nivel de calidad del aire era verde, mientas que el 36% era amarillo y el nueve por ciento de los recorridos realizados por estos ciclistas presentaban nivel naranja.

Curiosamente esas zonas son las principales vías de acceso a la ciudad, algo lógico, si tenemos en cuenta que son las que más tráfico motorizado soportan. En este sentido se antoja complicado mejorar la calidad del aire en estas zonas porque reducir el número de vehículos que entran en la ciudad es más que imposible y por ello, aunque el informe parece claro, no aporta soluciones viables.

La verdad es que Albacete puede ser una ciudad ideal para montar en bicicleta, por su orografía y también por la red de carril bici existente en la capital. De hecho, cada vez son más los ciudadanos que optan por la bicicleta para desplazarse, pero también es cierto que ir a trabajar a zonas como los polígonos industriales es más complicado e incluso arriesgado.

La peatonalización del centro de la capital ha contribuido a despejar la contaminación de esa zona, pero no la ha eliminado, sino que la ha desplazado a las calles adyacentes por las que se ha desviado todo el tráfico.

Sabemos que para frenar el cambio climático que ya tenemos encima debemos reducir nuestras emisiones, pero para ello no basta con cambiar el coche por la bicicleta. No se trata de volver a los inicios del siglo XX, sino de conseguir una movilidad libre de contaminación, que nos permitan caminar hacia un futuro con ciudades más limpias de humos e incluso ruidos.

Y la verdad es que la solución existe y ya es real. Ahora mismo están creciendo las ventas de vehículos eléctricos, no tanto como se desearía, pero algo es algo. El problema es que los coches eléctricos son más caros y para repostar necesitan de más tiempo, además de que las ciudades y las carreteras de nuestro país no están preparadas para afrontar un cambio del parque automovilístico hacia la movilidad eléctrica. Aunque el Estado subvencionó la compra de estos vehículos, sus precios siguen siendo elevados y la falta de cargadores, seguramente por la presión de la industria petrolera, complican mucho esta transformación.

En cualquier caso, que en Albacete, cerca del 90% de las mediciones ofrezcan una calidad de aire aceptable es una buena noticia.